Jugadores del Mainz celebran chocando sus antebrazos tras un tanto. (EFE)
La Bundesliga Alemania trata de adaptarse al "nuevo" futbol durante la pandemia del nuevo coronavirus. Como en todos los partidos de este fin de semana, los jugadores emplearon mascarillas cuando no estaban en la cancha y los suplentes debieron sentarse guardando distancia entre ellos en las gradas. También se sanitizaron balones y se redujo el número de asistentes de la prensa, entre otras medidas.
El director ejecutivo del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge, se expresó con cautela luego que la liga completó el fin de semana sin mayores incidentes.
HAY QUE TENER DISCIPLINA
"Es importante tener esta satisfacción, pero no podemos aflojar ahora", dijo Rummenigge a Sky, añadiendo que el futbol debe mantenerse "disciplinado" para tener de su lado a los políticos alemanes. "Esto permite que nuestros colegas en otros países tengan la esperanza de que volverán a jugar dentro de un tiempo".
El arquero del Bayern Manuel Neuer señaló que era "una cuestión de actitud" hacer las cosas bien sin gente en el estadio y que el partido pareció ante Unión Berlín durar más tiempo de lo habitual. "Los minutos parecen ser eternos en un partido sin público", dijo.
A primera hora de ayer, más de mil hinchas de Colonia entregaron sus camisetas y bufandas para hacer un despliegue de "amuletos de buena suerte" en las gradas en el partido que su equipo igualó 2-2 frente a Mainz. En otras partes de la ciudad, se colocaron afiches reprochando el reinicio de la temporada, duramente criticado por ciertos sectores de las barras de Colonia.
No todos acataron la recomendación de celebrar con "distanciamiento social" los goles.
Los jugadores de Colonia y Mainz festejaron sus goles tocándose los codos, pero los del futbolistas y suplentes del Osnabrück de la segunda división se abrazaron tras un tanto en los descuentos para conseguir un empate.
Fue el primer partido de la Bundesliga en 12 años en la que la cabra Hennes, la mascota del Colonia, no pudo salir la cancha con el equipo. Las restricciones prohibieron la presencia de mascotas, por lo que Hennes IX, se quedó en su redil en el zoológico, pero apareció por un breve momento en la pantalla de video previo al saque inicial.
ALGUNOS EN CONTRA
Las barras de los equipos están divididas por la reanudación, como la misma sociedad alemana. Muchos clubes permitieron que los hinchas colocasen pancartas en las gradas vacías. Algunos grupos han clamado por cambios en el futbol alemán.
St. Pauli, club de la segunda categoría con una afición con una inclinación izquierdista, jugó el domingo con una pancarta a un costado de la cancha que rezaba: "El futbol vive de los hinchas. Reformas ya". El sábado, una pancarta en el estadio del Augsburgo apuntó: "El futbol sobrevivirá. ¡Su negocio está enfermo!"
Encuestas hechas por medios televisivos de Alemania previo a la reactivación mostraron que la mayoría de los alemanes se oponen a la reanudación de los partidos.
Hertha Berlín fue criticado porque sus jugadores chocaron manos en la victoria 3-0 ante Hoffenheim el sábado. El influyente gobernador del estado de Bavaria, Markus Söder, sugirió que los jugadores debieron evitar ese contacto físico.
El técnico del Hertha Bruno Labbadia defendió a sus jugadores, explicando que fue difícil controlar las emociones y que a los jugadores no se les debe tratar "como un coro infantil".
La fecha se completará el lunes. El Werder Bremen será local ante Bayer Leverksuen, que pugna por clasificarse a la próxima Liga de Campeones.
El único partido que no se jugó el domingo fue la visita del Dínamo Dresden al Hannover en la segunda división. Ello obedeció a que dos jugadores del Dinamo dieron positivo por coronavirus la semana pasada. Todo el equipo deberá cumplir 14 días en cuarentena.