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Con el objetivo de evitar contagios por coronavirus, la Central de Abasto (Ceda) sanitiza diario sus más de 246 hectáreas de venta de abarrotes, víveres, frutas, legumbres, carne y pescados.
Además, debido a las acciones implementadas en esta emergencia sanitaria ha disminuido 30% el ingreso de vehículos a la zona, mientras que la actividad comercial se redujo 25%.
También se habilitaron 10 carpas con consultorios y un cubículo de laboratorio con médicos, enfermeras y químicos, para realizar la valoración pertinente y, en caso de ser necesario, la toma de muestras como parte de la prueba diagnóstica para detectar COVID-19; incluso cuenta con 52 puntos de revisión médica (filtros) distribuidos en toda la Ceda.
En ese sentido, la Jurisdicción Sanitaria de Iztapalapa ha atendido a más de 180 personas y ha tomado muestras a 50 personas.
Por recomendación médica, 49 personas fueron regresadas a su casa para cumplir la cuarentena.
El pasado 26 de abril el director General de la Central de Abasto, Ulises García Nieto, anunció que sería obligatorio el uso del cubrebocas en la zona y se prohibiría la entrada a mujeres embarazadas, niños y adultos mayores, así como a automóviles particulares que con más de dos personas.
Informó que en la Ceda tienen 25 casos de coronavirus, de los cuales dos han fallecido.
Explicó que uno se debe a que una locataria se contagió al viajar a España y propagó el virus a su esposo y sobrino, por lo que se aisló a los contactos.
Cabe mencionar que hay 400 promotores de la salud para recorrer el interior de los mercados y realizar un cuestionario diagnóstico a los trabajadores de las bodegas comerciales (tamizaje); además, se activó la aplicación digital diseñada para asistir y orientar a la comunidad de la Ceda en materia de COVID-19, "Abasto" 51515
Incluso, se colocaron 120 lonas de gran formato en espacios estratégicos de la central para difundir las medidas de higiene, prevenir el contagio y fomentar la sana distancia en esta emergencia sanitaria por el coronavirus.