Muchos de los problemas que están afectando a nuestra sociedad están estrechamente relacionados a las fallas de la gente a controlarse a sí mismos. De ahí su importancia.
Uno de los factores esenciales de los seres humanos para adaptarse y salir adelante en muchos aspectos de la vida cotidiana es la habilidad de controlar muchos de los impulsos y deseos, que de manera natural, se manifiestan en gente de cualquier cultura. Habilidades que tienen que ver con las posibilidades de tener un éxito aceptable en sus relaciones interpersonales y la obtención de logros. Habilidades que ayudan a reducir una gran parte de los problemas que han estado afectando a la gente en el proceso de toma de decisiones en general, y la prevención de desviaciones psicosociales serias, por ejemplo, abuso de drogas y alcohol, comer en exceso, actos inmorales y criminales, violencia de todo tipo, promiscuidad, compras y gastos excesivos, prejuicios, hábitos no saludables, y en muchos casos, tiempo excesivo en las redes sociales. Problemas que generalmente conducen a disrupciones familiares, aislamiento y soledad, enfermedades, adicciones, violaciones de la ley, entre muchas otras situaciones conflictivas. El autocontrol es un tema que ha sido abordado y estudiado por un buen tiempo, y es un área de bastante importancia desde el punto de vista de un estilo de vida saludable, y de los problemas psicosociales ya mencionados.
El autocontrol es una habilidad que ayuda a controlar pensamientos, emociones, impulsos, y conductas que pueden facilitar el logro de metas. Ejemplos de autocontrol podrían ser tener la fuerza de voluntad para no tomar alcohol más de lo debido, especialmente cuando se trata de una persona con predisposición al alcoholismo, o comer un pedazo de pastel con una cantidad exorbitante de azúcar, cuando se trata de alguien con problemas de obesidad o diabetes. El autocontrol es la habilidad de controlarse de la expresión de deseos y emociones que no son convenientes en ciertas circunstancias, sobre todo en situaciones complicadas. Personas con problemas en el área de autocontrol generalmente tienden a ser impulsivos, agresivos, insensibles a las emociones de otros, arriesgados, y débiles ante tentaciones que los pueden meter en problemas. Por lo mismo, el poseer esta habilidad es una necesidad social importante.
El psicólogo Roy Baumeister, catedrático e investigador en el área de psicología social, afirma en un artículo de la revista Scientific American (abril 2015), y basado en sus estudios de laboratorio, que el autocontrol, el cual llama también auto-regulación y fuerza de voluntad, funciona como una especie de "músculo," y por consiguiente parece "cansarse" después de un trabajo físico y emocional arduo. Es decir, cuando estamos fatigados nuestra habilidad de autocontrol se debilita, y consecuentemente afecta la capacidad de tomar decisiones y renunciar a tentaciones. Para describir una reacción en la disminución de la fuerza de voluntad el Dr. Baumeister acuñó el termino "agotamiento del ego," y agrega que, como los músculos del cuerpo, la habilidad de autocontrol se "fortalece" cuando se practica o se usa con cierta frecuencia. Quizá para el lector esta aserción no es novedosa, sin embargo, el hecho de que estas teorías estén basadas en estudios científicos la hace relevante.
Otra perspectiva sobre el autocontrol propone que la habilidad es un proceso cognitivo y está regida por la región cerebral que tiene que ver con las capacidades de planear, resolver problemas y tomar decisiones. De ahí que cuando se toman decisiones bajo la influencia de substancias tóxicas, por ejemplo, el alcohol, regularmente el resultado posiblemente sea deficiente en juicio. Hasta cierto grado esta perspectiva también explica el ciclo de una adicción a las drogas. Al principio de la ingestión de la droga es posible que el autocontrol pueda ser efectivo, pero una vez que la droga se consume repetidamente, la habilidad de control o fuerza de voluntad se debilita, y el uso se hace involuntario. Perspectivas sobre la adicción son variadas y algunas difieren en relación a su dinámica, incluyendo mitos sobre su origen y control.
Ante situaciones conflictivas y caóticas que se están viviendo en muchas culturas debido a la alienación y persistencia en ideologías, sobre todo en el área sociopolítica, creo que la necesidad de autocontrol a todos niveles se ha tornado imperativa. Estoy consciente de que nuestro medio ambiente provee muchas limitaciones para la implementación de un autocontrol más efectivo, sin embargo, soy un firme creyente de que existen opciones para ejercer nuestras habilidades de autocontrol, que con la práctica, puedan ayudar a mejorarse, y así facilitar adaptaciones más constructivas. La clave es buscarlas y encontrarlas. Gracias por su interés en esta columna.