El Ayuntamiento de GP ha aplicado 2,720 pruebas a sus empleados.
Para no exponer a la ciudadanía que acude por algún trámite y a los propios servidores públicos el Ayuntamiento de Gómez Palacio ha efectuado desde que inició la pandemia 2,720 pruebas PCR para detectar el COVID-19 a su personal. La mayor parte con recursos propios.
En contraparte, el Ayuntamiento de Lerdo a la fecha solo ha ordenado pruebas PCR para el Cabildo a raíz de algunos contagios. El alcalde Homero Martínez hasta el momento no ha considerado la realización de pruebas a mayor escala e incluso hace meses rechazó unas 100 que le ofrecía el vecino estado de Coahuila por razones donde tuvieron injerencia, según expuso, que los laboratorios no eran de Durango, dejando de lado aspectos de tipo preventivo en esa ocasión.
En Gómez Palacio ha sido posible detectar a la fecha 570 casos de servidores públicos municipales que dieron positivo a COVID-19. Actualmente hay 240 funcionarios de la presidencia municipal aislados por este motivo.
Desde el inicio de la pandemia, la alcaldesa Marina Vitela ordenó que se hiciera una cantidad importante de pruebas al personal para atender a tiempo los casos, pues consideró más grave que los funcionarios pudieran estar contagiados y así atendieran a la ciudadanía.
Ayer, el secretario de Salud de Durango, Sergio González Romero, dijo que la realización de pruebas PCR son muy necesarias para contener la pandemia, tanto que tendrán que aumentar la cantidad que se realizan por parte de esta dependencia estatal a los ciudadanos.
La técnica de 'Reacción en Cadena de la Polimerasa' o 'PCR' detecta el material genético del virus SARS-CoV-2 a partir de las muestras clínicas obtenidas del cuerpo. Habitualmente se emplea el exudado o aspirado nasofaríngeo (muestra respiratoria), por el que se introduce en la nariz un palito alargado pero también pueden obtenerse muestras, por ejemplo, a partir de la saliva. A diferencia de la PCR, las pruebas rápidas no identifican el ARN del virus, de ahí la importancia de que sea prueba PCR y no de sangre cuando existe la sospecha de tener el virus. Estas pruebas también son más costosas pues el precio oscila entre los 950 pesos y los 2,700 pesos en los laboratorios privados.