No me refiero a John, Paul, Ringo o George, sino a los cuatro grandes problemas que ha mostrado el equipo Red en las últimas dos semanas: indecisión defensiva, confusión en el mediocampo, falta de energía y problemas para marcar goles.
Ian McDoyle, periodista que lleva más de dos décadas cubriendo a Liverpool, así lo aseguró recientemente. Y es que, desde el 18 de febrero, el equipo de Anfield comenzó a mostrar síntomas en el Wanda Metropolitano. Desde entonces jugó contra West Ham, Watford y Chelsea. Perdió tres de esos cuatro partidos, y además, solo anotó (y ganó) contra los ‘Hammers’.
Sin embargo, sabemos cómo se toma el entrenador Red estas situaciones: “Nunca pensamos que sería una temporada fácil”, dijo. No refleja presión alguna y si la hay, busca desviarla para que no afecten a sus jugadores.
De hecho, en el reciente parón que hubo en la Premier, Jürgen Klopp se fue de vacaciones. Por su parte, Guardiola se dedicó ver cualquier cantidad de partidos del Madrid para preparar el duelo de ida de los octavos de Champions. Ninguno de los dos está mal, sino que cada uno tiene sus formas de trabajar, y si han llegado hasta donde están hoy, es por eso mismo.
Profundizando en cada uno de los problemas, encontramos en primer lugar el tema defensivo. Sí, Liverpool fue un equipo que rozó la perfección en cada una de las líneas, y la parte era el pilar: Alisson, Arnold, Gomez, van Dijk y Robertson han venido a menos este semestre, y es lógico. El nivel de desgaste físico que existe en Inglaterra no es siquiera concebible en otra parte del mundo.
SEGUNDO TIEMPO
El problema en el mediocampo tiene que ver con la ausencia de Jordan Henderson, capitán Red.
Es el equilibrio. Liverpool no tiene mediocampistas ofensivos nominales, podríamos considerar a Firmino por ser media punta, pero el trivote de memoria incluye a Wijnaldum y al propio Henderson. Sin el inglés, alternan Fabinho, Keita y Chamberlain. El equipo es justo en plantel, pero apto en calidad.
Lo mencionaba antes, el desgaste de la Premier y las dos copas locales provocan una fatiga más pronunciada en los clubes ingleses que en los demás. Sumado a eso, el estilo frenético de Klopp seguramente genera más cansancio en sus jugadores. En estos últimos encuentros ha sido notoria la falta de ‘pilas’ en los futbolistas. La presión incisiva en los primeros y últimos minutos es marca registrada del DT alemán, y no parece que vaya a cambiar en este cierre de semestre.
Finalmente, el problema para marcar. Actualmente los Reds atraviesan su peor racha goleadora en el último año, y la vuelta en Anfield contra el Atleti depara un encuentro super atractivo por lo mismo: Liverpool necesita anotar, y el ‘cholismo’ seguramente hará que los once ‘colchoneros’ salgan a ceder la iniciativa y buscar la contra. ¿El campeón europeo continuará defendiendo su corona?
TIEMPO EXTRA
Antes del descalabro en el Wanda Metropolitano, Liverpool solo tenía cuatro derrotas en 66 encuentros. Hoy lleva tres en los últimos cuatro partidos.
*Óscar Parra Silva *ofparra@outlook.com
