Mucho se ha hablado en la NBA de cómo las cosas se deben de hacer y cómo hay que resolver los problemas porque es evidente de que, los sucesos que ocurrieron en Wisconsin y en donde otra vez la mecha la volvieron a encender unos retrasados mentales vestidos con uniformes de policía (pónganles en la carota, el slogan que ha puesto el baloncesto profesional) seguimos creyendo que el ser humano se ha concretado en hacer las cosas al revés y volteado pero las aguas parecen que volvieron a su curso normal en la burbuja de Orlando por lo que, al reanudarse los juegos de postemporada, ya no existe margen de error y por lo menos, tratar un poco de olvidar, si así lo podemos decir, de lo sucedido con los partidos que se tuvieron que posponer.
De igual manera como se ha mencionado a los favoritos como son los Bucks y los Lakers, tenemos que ser honestos de que, lo que llamaba la atención en el campus de la Florida, era la actuación de Luka Doncic que todo indicaba que se había echado al hombro a la escuadra de los Mavericks pero, desafortunadamente para el equipo de Dallas y aunque suene mordaz, se terminó la magia en Disney porque, al menos en lo que se describe al conjunto del entrenador Rick Carlisle y para aquellos que nos hemos mantenido al pendiente de esta temporada inédita y que ha quebrado barreras, el base del equipo de Texas, se ha establecido como una estrella adimensional en la mejor liga del planeta.
El esloveno no tuvo más remedio que ceder ante la certidumbre porque, en esta ocasión, no existieron estratagemas inusuales e impensados que salvaran a los Mavericks de un rumbo que ya se presagiaba pero que lucharon hasta el final porque tenemos que aceptar para aquellos que nos caen bien los Clippers, el equipo de Doc Rivers, sudó la gota gorda para eliminar al conjunto de Dallas por lo que ahora, este equipo de Los Ángeles, se muestra favorito al título y hay que tener cuidado con ellos porque huelen a peligro.
Debemos admitir y lo tengo que citar aquí en este espacio, de que si hay un jugador del cual y me atrevo a decir que es el prototipo del que todo entrenador quiere tener, ese es Kawhi Leonard y que tuvo que comprimirse al máximo para dejar en el camino a los Mavericks y que el año pasado, los Raptors tuvieron la fortuna de tenerlo en su duela para levantar el trofeo Larry O´Brien y eso que le habían ofrecido que, si se quedaba con la escuadra canadiense, tendría cena gratis para él y su familia mientras estuviera en la nómina del equipo de Toronto.
El jugador egresado de la estatal de San Diego, ha demostrado en esta primera serie que va en serio para defender su corona donde se va a enfrentar en las semifinales del oeste a los Nuggets (tuve que esperar a que terminara el juegazo el martes pasado en que estaba redactando este espacio viendo como Denver se despachó al Utah) y en donde se despidió por el camino a un Doncic que, siendo su primera serie de playoffs del esloveno en su carrera, lo que realizó en el cuarto juego en tiempo extra, permanecerá para la historia con su tiro ganador y que iba incluido en el paquete del partido, por lo que no sabemos cuánto tardaremos en olvidar, porque la verdad, eso no tuvo progenitora.
Por lo pronto, la campaña finaliza para Doncic que sucumbe nada menos, ante uno de los mejores jugadores de basquetbol pero solo ha sido un episodio dentro de una carrera que promete enormidades y una liga que espera el dominio de este muchacho de 21 años que ya cautiva a todo el mundo pero como Kawhi se mantendrá en la burbuja, Dirk Nowitzki dijo que el esloveno volverá.
Rodolfo Cerpa Robles rjcerpa@hotmail.com
