Este 20 de abril, Cancún cumple 50 años, pero el ánimo no da para festejos. (ARCHIVO)
A un día de celebrar sus 50 años de vida, la pandemia del COVID-19 ha significado para Cancún el más crudo e inesperado aniversario. Con 16 defunciones por coronavirus y 223 casos positivos -frente a las 32 muertes y a los 317 pacientes confirmados en el estado- es una de las ciudades donde la federación recomendó tratar como si estuviera en fase 3 de la contingencia sanitaria.
Para hacer frente a la contingencia, el gobierno de Quintana Roo instala tres carpas móviles, que sumarán 250 camas al Hospital General Jesús Kumate, que tiene 180. Además, el gobierno federal designó tres hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad para la atención a pacientes que presenten el virus.
El gobernador Carlos Joaquín y la alcaldesa Mara Lezama aseguran que se cuenta con la infraestructura necesaria para la emergencia. Sin embargo, admiten que, de no acatarse las medidas de sana distancia y de confinamiento, la situación podría rebasar al sistema de Salud.
Lo que no hay son médicos y enfermeras suficientes, por lo que la Secretaría Estatal de Salud (Sesa) lanzó, desde el 10 de abril, una convocatoria para su contratación.
Este 20 de abril, Cancún cumple 50 años, pero el ánimo no da para festejos. La incertidumbre generada por la parálisis del turismo, los despidos masivos y los recortes salariales, sumados al confinamiento que impide a comerciantes informales, independientes, emprendedores y personas que reciben ingresos por trabajos al día, ha deprimido a sus habitantes.