La liga tuvo que anunciar su déficit financiero ya que, ante la pandemia de coronavirus, no ha podido solventar los gastos de operación. (ESPECIAL)
El rugby de los Estados Unidos se ha declarado oficialmente en bancarrota, esto al ser incapaz recuperarse de un déficit financiero que arrastra desde 2018, aunado a la suspensión del torneo por la pandemia de coronavirus.
El pasado 13 de marzo las actividades se suspendieron por 30 días debido a la epidemia; no obstante, una semana después se notificó que los torneos quedaban pospuestos de forma indefinida.
Oficialmente se votó este lunes para decretar la bancarrota por medio del Capítulo 11, el cual implica el apoyo financiero aprobado por el Comité Ejecutivo del World Rubgy (EXCO), cuyas medidas permitirán a la organización del rugby en Estados Unidos poder nivelarse.
"Este es el periodo más desafiante que esta organización ha enfrentado y todas las resoluciones nunca se tomaron a la ligera para llegar a esta determinación", señaló la presidenta de rugby en Estados Unidos, Barbara O'Brien.
La inestabilidad comenzó en 2018 con una reorganización y al siguiente año se retiró un millón de dólares por honorarios legales, además que la preparación del conjunto varonil de 15 años para la Copa del Mundo en Japón tuvo gastos excesivos.
"La suspensión actual de las actividades de rugby causadas por la actual pandemia de COVID-19 ha acelerado los desafíos financieros existentes que enfrenta el sindicato, y ahora se avanzará un proceso de reorganización con las aportaciones de World Rugby", señaló Rugby de Estados Unidos mediante un comunicado.
Esta medida, que busca que la organización no desaparezca, también ayudará a solventar a los programas nacionales de los equipos de siete y quince tanto de hombres como de mujeres.
