Las revoluciones son cambios drásticos que han venido a cambiar las formas de vida de la sociedad; no se puede decir que sean solamente de índole político, pueden existir otras circunstancias que obliguen a las personas a cambiar de comportamientos; por ejemplo, la introducción de nuevas tecnologías: era de hierro, era de bronce, etc. La misma palabra escrita es un cambio revolucionario que vino a dividir la historia en dos períodos: prehistoria e historia. La vida de Cristo también provoca una división similar en un A.C y D.C.
De las revoluciones modernas podemos remontarnos al renacimiento que viene a terminar con la edad media y donde se retoman los parámetros grecolatinos para proclamar la libertad del pensamiento, sobre todo del religioso, y a introducir los ideales de la democracia que todavía se tardará hasta el siglo XIX. Emerge una clase social importante que es el burgués. El comerciante y el industrial que detentan el poder económico van a servir de contrapeso a la nobleza y a las altas jerarquías eclesiásticas.
Posteriormente un cambio de tecnología, el desarrollo de la máquina de vapor, va a traer como consecuencia a la revolución industrial de donde emergerá una nueva clase social que es el obrero, desplazando al artesano que anteriormente era quien fabricaba los productos de usos común de una cierta comunidad. La producción en serie abarata los costos pero provoca que al trabajador se le explote, al mismo tiempo que subraya la importancia de la ciudad con respecto al campo produciendo una continua emigración hacia ésta.
El pensamiento político comienza a tener cambios. El rey ya no es un enviado de Dios para gobernar a los hombres. Hobbes aún intenta demostrar que el rey tiene un valor social que es imprescindible; alguien necesita gobernar para ser equilibrio de las libertades que tienen los hombres por naturaleza. Partiendo del mismo principio, los filósofos franceses desarrollan las ideas democráticas de representación con los tres poderes de gobierno independientes entre sí.
Las ideas anteceden a los movimientos. La independencia de los Estados Unidos y la revolución francesa, van a darle un nuevo valor al hombre como ser individual y con derechos frente al poder político. Se proclama la carta de derechos y deberes del hombre. Los ideales sirven para provocar la independencia del continente americano, durante el siglo XIX y surgirán otras ideologías que intenten contrarrestar los malestares producidos por la revolución industrial.
Por un lado, el liberalismo busca la libertad irrestricta del individuo. El estado casi no se debe de inmiscuir en las relaciones humanas, sobre todo si son económicas. Dejar hacer, dejar pasar es la proclama. Como contrapeso surge el marxismo, con otra concepción sobre la historia, representándola como una lucha constante de clases, en donde al final habrá de imponerse la clase obrera. Se publica el capital y el manifiesto comunista y por primera vez va a triunfar en Rusia.
Hay otras corrientes ideológicas que conviven con el liberalismo y el comunismo, como el anarquismo, el anarcosindicalismo etc. y el siglo XX muchos países van a experimentar nuevas formas de gobierno que muchas veces se van a convertir en totalitarismos como el fascismo y el nazismo produciéndose la segunda guerra mundial.
A finales del siglo XX hay nuevas transformaciones. El comunismo ruso cae, junto con el muro de Berlín, El Chino se transforma convirtiéndose en una de las mayores potencias económicas. Los países latinoamericanos insisten en promover gobiernos socialistas, Cuba se mantiene en su aislamiento, y los fundamentalismos religiosos comienzan a surgir enfrentándose a los países imperialistas que pretenden explotar las riquezas de los países asiáticos.
En el campo de la tecnología, el internet y la computación vienen a cambiar todo lo conocido. La manera de hacer cine y televisión, la misma manera de relación humana, por medio de las redes sociales, el mundo de lo digital es un nuevo universo, se tiene más información a la mano pero sigue existiendo la incapacidad para solucionar el problema humano.
Una nueva pandemia nos ataca y no hemos sabido hacerle frente. La economía mundial pende de un hilo. Sentimos vivir en arenas movedizas. En el futuro, todo cambiará: estos son tiempos revolucionarios.