Hace cinco meses las fiestas de fin de año nos congregaban. Era la época de los abrazos cotidianos por la navidad, el año que terminaba y el resplandor del nuevo o, quizá, por ninguno de esos tres motivos. No importa; nos abrazábamos. Wuhan estaba muy lejos, y hasta es probable que ni usted ni yo sabíamos de su existencia. Cinco meses después, el abrazo se ha convertido en bello recuerdo y en promesa postergada. Quizá, junto con el saludo, ya se pueda hablar de una época en la cual saludar a la gente se hacía con la mano y hasta de beso sencillo o doble, según la tradición de las coordenadas geográficas donde se residiera.
Si existiera un balcón suficientemente alto, ahora que se han puesto de moda, desde donde se pudiera ver en su redondez a la tierra (cuyo día se celebra hoy) y lo que acontece en ella, queda la sensación de que el mundo fue sometido a un examen sorpresa. Por sus características, da la impresión de ser uno de esos exámenes para contestar en casa, a libro abierto y libre internet, incluso se vale copiar y hasta responder en grupo. El examen contiene una sola pregunta, misma que se distribuyó a través de twitter, facebook, youtube, whatsapp y sms y todo tipo de medios informativos: Un virus con alta capacidad de propagación persona a persona surge en un rincón del planeta, ¿qué haría usted? Consideraciones: No hay límite de tiempo para responder; asuma que el virus puede ser mortal y su letalidad podría llegar al siete por ciento.
Como ocurre en todos los grupos escolares, habrá quien se niegue a responder el examen y alguien más dirá que se trata de una ficción, una mentira del profesor, que ni siquiera dio la cara y mandó el examen por redes. Otro dirá que no le dio tiempo de estudiar por culpa del primo de un amigo que lo distrajo el fin de semana y deberían tener consideración de él. Los de una planilla dirán que un examen así solo busca distraer de lo importante que es quién debe organizar la fiesta de graduación. Estarán los que aprovechen para vender la supuesta respuesta correcta. Pero también veremos a la aplicada de siempre con su bata de laboratorio; a las que buscarán integrar grupos para estudiar y responder en equipo; los que quizá no sean muy buenos en los exámenes, pero son excelentes para facilitar el estudio de quienes sí lo son.
De regreso al balcón panóptico, nos encontramos con que, en la realidad, las respuestas a la misma pregunta y con las mismas consideraciones, han sido variadas. Si bien hay elementos compartidos (como el distanciamiento y aislamiento social, la higiene de manos, el uso de mascarillas), la importancia en la ponderación de esas respuestas y los tiempos de aplicación han utilizado criterios muy distintos. Las dirigencias de los países han sido sometidas a un examen que los iguala en la pregunta y los ha evidenciado por su capacidad, o ausencia de ella, para ofrecer y aplicar respuestas. Lo que no se dijo en la pregunta del examen es que la economía de las personas y los países sufriría severamente por la irrupción del virus. Eso dificulta aún más la respuesta correcta y exige de los liderazgos una altísima calificación en competencias "suaves": empatía, comunicación, honestidad. Destaco como ejemplo en esas capacidades a Angela Merkel, Jacina Ardens y Andrew Cuomo. Contraejemplos hay más, son legión. Subrayo en los liderazgos la necesidad del talento en competencias suaves porque las técnicas son propias de especialistas y científicos a quienes hay que escuchar para orientar las decisiones de estado.
Una parte importante de la respuesta al examen es la que toca a la sociedad. Si bien el protagonismo en las decisiones lo encontramos en la esfera más alta del poder político, gran parte del acierto, en tanto se llega a la anhelada vacuna, radica en la reacción de las personas.
A reserva de comentar en posteriores entregas algunas de las reacciones de grupos de la sociedad en La Laguna, desde el balcón imaginario quiero aplaudir reacciones como la construcción del hospital destinado a pacientes con COVID-19 y que a iniciativa de un empresario varios más de todos tamaños están ayudando a que esta semana se encuentre listo; la de COVID-19 Laguna en conjunto con Médicos al Frente y Laguna Yo te Quiero; la de FICA de la UJED y CACLAC; y muchas otras que ya están en marcha. Pero también la del esfuerzo que las empresas han tenido que realizar para sostener el barco en medio de la más agresiva tormenta que la mayoría de ellas ha conocido.
