Reinaldo Salazar, padre de los taekwondoínes Iridia y Óscar, murió la madrugada del domingo debido al COVID-19. (ESPECIAL)
El padre y entrenador de los medallistas olímpicos mexicanos Óscar e Iridia Salazar, Reinaldo Salazar, falleció, tras batallar, por segunda ocasión en las últimas semanas, con las complicaciones de salud producidas por el COVID-19.
"Tenía muchos planes contigo, pero Dios tenía un plan aún mejor", escribió Iridia en sus cuentas de redes sociales. "Es imposible llorar de tristeza habiendo tantos momentos felices contigo. Mis lágrimas son de amor, de agradecimiento y de mucha admiración. Agradezco a Dios por tu compañía todo este tiempo. Te amo Papá".
El padre de los Salazar cayó enfermo del nuevo brote de coronavirus en días pasados, pero se recuperó. Posteriormente, la semana pasada, recayó y fue internado en el hospital ambulatorio montado en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde se complicó su estado de salud al grado que tuvo que ser intubado. La madrugada del domingo, finalmente, perdió la vida.
Reinaldo fue el entrenador de sus dos hijos en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. A Iridia la llevó a obtener la medalla de bronce en la categoría de hasta 57 kilos. A Óscar lo condujo a colgarse la presea de plata, pero en la categoría de no más de 58 kilogramos.
Los tres se convirtieron en el primer equipo integrado por un papá entrenador e hijos atletas en ganar medallas olímpicas, en la historia de los Juegos.
Reinaldo también fue un destacado taekwondoín. Fue doble medallista mundial, también en la categoría de hasta 58 kilos, como su hijo Óscar. Ganó bronce en Chicago 1977 y plata en Stuttgart 1979. En el 78 fue campeón panamericano.
Posteriormente y ya como entrenador, ganó el premio Nacional de Deportes en 2006, el máximo galardón deportivo al que puede aspirar un entrenador o atleta en México y que es entregado por el presidente en turno, en la residencia oficial de Los Pinos. A inicios de la primera década del 2000, Reinaldo se dedicó a ser entrenador de sus hijos.