Vacíos, lucen los centros de entrenamiento en la región lagunera, sin una certidumbre para volver a recibir a sus usuarios. (ARCHIVO)
Transcurrida la primera quincena del mes de junio, los gimnasios de la Comarca Lagunera permanecen cerrados como medida de contingencia para evitar el contagio masivo del coronavirus COVID-19.
SIN FECHA DE REGRESO
Aunque se había propuesto una estrategia para reactivar estos centros deportivos en el estado de Coahuila, en la que estaba encargada la Coordinación Operativa de Control de Padrones a nivel estatal, finalmente el decreto emitido a finales del mes anterior, prolongó la inactividad en los gimnasios, spa y clubes fitness en la región. Un grupo de empresarios de gimnasios sostuvo pláticas con la coordinación estatal y se habían llegado a buenos términos e incluso se programó la visita a las instalaciones para detectar las medidas que habrían de reforzarse de cara a recibir nuevamente a los usuarios.
Sin embargo, la elevada cifra de casos positivos de COVID-19 que sigue apareciendo día tras día en los reportes de la Secretaría de Salud de Coahuila, ha obligado a mantener medidas de distanciamiento y prevención al máximo, sabiendo que los gimnasios ciertamente aportan a la salud de las personas y les ayudan a reforzar el sistema inmune, pero la constante emanación de saliva y sudor, aumenta considerablemente el riesgo de contagio. Los empresarios se han ayudado rentando equipos, como bandas caminadoras, elípticas, bicicletas fijas, pesas o mancuernas, con lo que buscan solventar los gastos que se siguen generando en sus inmuebles.
Desde mediados de marzo se cerraron las instalaciones de gimnasios en la región lagunera, algunos no aguantaron el impacto económico y se vieron forzados a cerrar definitivamente sus puertas, mientras que otros inmuebles, sobre todo los que cuentan con el respaldo de una marca reconocida, aguantan estoicos hasta el día en que puedan volver a recibir a los deportistas.
