Miguel Riquelme llegó a su tercer informe de gobierno en medio de la peor crisis sanitaria registrada en los últimos 100 años.
En nueve meses, 42,339 personas se han contagiado de COVID-19 en Coahuila y de ellos 3,167 han muerto. Ayer, los hospitales registraban 700 pacientes en áreas COVID.
Sin embargo, la contingencia sanitaria no fue un obstáculo para que el informe contara con al menos 80 invitados, entre los que se encontraban su gabinete, alcaldes y ex alcaldes, como Eduardo Olmos, quien fuera presidente municipal de Torreón.
Una noche previa al informe, decenas de elementos de seguridad blindaron el Palacio Legislativo de la ciudad de Saltillo y colocaron vallas metálicas alrededor, como parte del protocolo. Ayer, con una temperatura de 4 grados centígrados, la más baja hasta ahora en esta temporada, el Congreso Local abrió sus puertas para recibir a los invitados.
Desde las 7 horas se observó personal de los tres órdenes de Gobierno en espera del evento.
A diferencia de años anteriores, la avenida Francisco Coss no fue cerrada. Los funcionarios ingresaban por la parte principal, donde eran abordados por medios de comunicación, y fue notoria la ausencia de la sana distancia.
Este informe fue atípico debido a la contingencia sanitaria. De no haber sido por el fuerte dispositivo de seguridad, hubiera pasado desapercibido para quienes pasaban por el lugar. En esta ocasión no hubo saturación de estacionamientos, tráfico lento ni manifestaciones.
En la explanada y puerta del Congreso contaban con dos centros de revisión. El ingreso solo era para invitados. No se permitió el paso a la prensa para evitar aglomeraciones. A las 9 horas, los legisladores locales iniciaron la sesión con las intervenciones de cada grupo parlamentario.
A las 10 horas, se hizo una pausa para recibir al gobernador Riquelme.
En el Pleno solo se encontraban legisladores, no se contó con representante del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, como en años anteriores.
Lo primero que indicó en la presentación del informe fue la seguridad, al recordar que hace un año, tras la presentación de su segundo informe, tuvo que ir a Villa Unión, donde se registraba un fuerte enfrentamiento. Por lo que recalcó que la seguridad ha prevalecido en el resto del año.
Reconoció que este evento se daba en medio de una pandemia y emitió un reconocimiento al sector salud por su labor.
Riquelme aprovechó el momento para enviar un mensaje a la ciudadanía, al indicar que peleará por lo que corresponde a Coahuila. "No vamos a ceder en nuestras demandas frente la federación, mi obligación como gobernador es defender a los coahuilenses y honraré este compromiso".
