La conclusión se desprende del informe publicado por la Unicef sobre los progresos mundiales en materia de agua.
Más de uno de cada 10 centros de salud en México carece de servicios básicos de agua, un criterio fundamental para evitar que aquellos que reciben tratamiento o trabajan en los complejos médicos contraigan el COVID-19 y otras enfermedades.
La conclusión se desprende del informe publicado por la Organización Mundial de la Salud y el Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) sobre los progresos mundiales en materia de agua, saneamiento e higiene en los centros de atención de la salud.
El documento es publicado en el contexto de la pandemia y tomando en consideración que el agua, el saneamiento y la higiene son vitales para la seguridad de los trabajadores de la salud y los pacientes. El reporte señala que 12% de los centros de atención de la salud en el país carecen o no ofrecen agua potable básica. La situación es peor en el rubro del acceso a servicios básicos de saneamiento para el personal y los pacientes hospitalizados o en consulta, sólo 30% de los establecimientos que prestan atención médica cumplen con este criterio.
México reprueba en el rubro del manejo de desechos clínicos de manera segura, sólo 65% de los centros cuentan con capacidades básicas para identificar y segregar residuos en la fuente para su manejo diferenciado, incluyendo agujas y punzocortantes.
Una fuente de Unicef detalló que la información disponible sobre México corresponde exclusivamente a las zonas urbanas. Señala que no recibió información para establecer el estado de los otros dos grandes capítulos examinados en el informe: los servicios de higiene de las manos en los puntos de atención, así como de limpieza y desinfección de las superficies del entorno hospitalario.