QUE NOS ENTIERREN JUNTOS
Hoy volví a ver a la señora Isailda y recordamos una historia de vida, que a través de los años tenemos presente, y se las comparto.
"Puppy", un ejemplar de la raza Poodle, que en la actualidad debe sobrepasar los doce años de edad, y quien a pesar del tiempo que ha vivido, todavía conserva su porte y su carácter, aunque su andar y sus reflejos lógicamente ya no sean los mismos, pues al igual que en las personas, "Dios perdona… el tiempo no".
Recuerdo muy bien a su dueño el señor Juan Antonio Ramírez Rivera, quien quería y consentía al "Puppy", junto con su esposa y sus hijos, y a decir ellos, él es el niño de la casa, refiriéndose a su mascota.
Hace unos años el señor Juan Antonio enfermó gravemente, y dando ejemplo de entereza y fortaleza, se negó a seguir cualquier tratamiento, diciendo que aceptaba lo que Dios tuviera dispuesto para él. Poco después su salud empeoró y por fin don Juan falleció.
La señora Isailda esposa del señor Juan Antonio me platicó que él había ya dispuesto todo, es decir cómo le gustaría que fueran las cosas cuando él falleciera, quería que en su automóvil, fueran su esposa sus hijos y el "Puppy", estos...
Más en la página 9
La Columna del Perro. Viene de la página 7
...seguirían el auto fúnebre hasta el panteón, y ellos juntos con los demás familiares y amigos le dieran el último adiós.
Los días siguientes a este triste evento el "Puppy" cayó en un profundo estado de estrés, por la separación no comía, estaba muy triste y vomitaba de cuando en cuando, por lo que hubo que ponerlo en tratamiento para sacarlo adelante de esta gran pérdida.
Ha pasado el tiempo, y en la actualidad el "Puppy" a pesar de su edad, se conserva muy bien, pues la señora Isailda y su hijo Juan Antonio, han cuidado excesivamente a "Puppy", ya que para ellos no es un simple perro o solo una mascota, sino un excelente compañero y un vínculo afectivo, un puente de unión con el recuerdo de su padre.
Cómo es la vida hoy en la actualidad, sin el patriarca de la casa?..., afloran frecuentemente los recuerdos de buenos tiempos pasados, que son ya muy lejanos, recuerdos bellos de cuando estaba la familia completa, aunque parezca que fue hace muchos años, lo bonito nunca se olvida, y se quedan en nuestra mente y en nuestro corazón para siempre.
En lo personal, creo que el vínculo afectivo entre una persona y un perro, va más allá de los límites que podemos entender. A veces pienso que los perros sienten, piensan muy similar a nosotros, y algunas otras veces, creo que nos llegan a rebasar dándonos ejemplo de lealtad, nobleza y cariño a ultranza.
Y ahora para terminar una gota de filosofía: SUPERA EL ENOJO CON TRANQUILIDAD; SUPERA LA MALDAD CON BONDAD; SUPERA LA MENTIRA CON VERDAD; EL RUIDO CON EL SILENCIO Y EL ODIO CON EL AMOR… NAMASTE.