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Las palabras tienen la palabra

Un viejo genial que era muy joven

Juan Recaredo

Nachito era un muchacho muy inquieto. Un día, cuando tenía 10 años, jugando al "burro bala" con unos amigos, se cayó de bruces, o sea "boca abajo" y perdió gran parte de la dentadura. Desde entonces, por la falta de dientes, empezó a hablar como viejito y sus amigos y compañeros (ya ve usted que los chamacos son muy crueles) le empezaron a llamar Tata Nacho.

El vocablo "tata", en nuestras lenguas aborígenes, significa papá, y la costumbre era que se le llamara así al abuelo, el patriarca, el más anciano de la casa. Lo que nadie pensó en ese entonces es que ese "chamaco viejito" llegaría a ser uno de los más trascendentes compositores de la música folclórica mexicana.

Ignacio Fernández Esperón, que era su nombre completo, nació en Oaxaca. Sus padres eran un médico y una pianista. A diferencia de tantos otros intérpretes y compositores, pertenecía a una familia de las llamadas "de clase acomodada".

A los cinco años, Nachito ya había recibido de su madre, Piedad Esperón, algunas enseñanzas con respecto al piano. A los diez años, ya viviendo en la ciudad de México, en la casa de los Fernández se reunían algunos artistas, poetas e intelectuales: Amado Nervo y Luis G. Urbina, entre otros.

"Quiero ver, otra vez, tus ojitos en noches serenas. Quiero oír otra vez, tus palabras calmando mis penas…" Esa canción que en un programa de Chespirito aparecían cantando Don Ramón y el Prof. Jirafales, se llama Quiero ser, aunque hay quienes la llaman Otra vez, y fue uno de los grandes éxitos de Tata Nacho.

Otros de sus resonantes triunfos fue La Borrachita: "Borrachita me voy hasta la capital, pa' servir al patrón que me mandó llamar anteayer" que llegó a convertirse en un himno del folclore mexicano porque encarna un movimiento social; "retrato maravilloso y estampa palpitante de esa jocunda personalidad populachera", aclarando que el vocablo jocundo significa placentero, agradable.

Fernández Esperón fue uno de los precursores de la radio en México y en Latinoamérica. En XEW, "la voz de la América Latina desde México", inició en 1947 un espectacular programa de música mexicana llamado Así es mi tierra, que permanecería por muchos años en el aire y cuyo director musical era nuestro personaje de hoy.

Más en la página 6

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA. VIENE DE LA PÁGINA 5

El tema musical del programa era una bellísima canción del mismo: "Así es mi tierra, morenita y luminosa, así es mi tierra, tiene el alma hecha de amor". El mismo nombre había sido título de una de las primeras películas del ídolo de la cinematografía mexicana: Mario Moreno Cantinflas.

El 6 de junio de 1968, políticos, artistas, intelectuales y militares en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, contemplaron el féretro de uno de los creadores más importantes del México Contemporáneo; el músico y poeta Ignacio Fernández Esperón, "Tata Nacho", y en el aire parecía quedar flotando la frase que era su filosofía de la vida: "Yo soy feliz con lo que tengo y vivo para mi música".

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

ME PREGUNTA:

Abigaíl Fuentes: ¿De dónde surge la expresión "hecho la mocha"?

LE RESPONDO:

Me parece que lo comentamos en una ocasión, pero va de nuevo: Se refiere a unas locomotoras cortas apodadas "las mochas" que se usaban para movimientos de patio y que por su corta longitud podían desplazarse a gran velocidad.

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:

Dijo William Shakespeare: "El destino es el que baraja las cartas. Nosotros somos los que jugamos".

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