Para referirnos a la música popular vale la pena tener presentes los orígenes de estos dos vocablos: la palabra música viene de un vocablo griego que significa "lo de las musas" y la palabra popular viene de populus que en latín se refiere a la gente, al pueblo.
Las dos grandes divisiones que se hacen generalmente de la música es la clásica y la popular y hoy quiero referirme a esta última y a algunos de sus grandes exponentes que escalaron la cima del éxito y después desaparecieron por razones del tiempo, en algunos casos dignamente y en otros de una manera verdaderamente lamentable.
Tenemos el caso de Jorge Negrete, un barítono que se negaba rotundamente a hacer papeles campiranos y a ponerse el traje de charro. Incluso participó en una película en Hollywood en cuyo reparto aparecía como George Negrete. Finalmente, con el persuasivo dinero, se le convenció de que hiciera el papel estelar en "Ay Jalisco, no te Rajes" y ahí empezó su meteórica carrera que lo llevó a ser El Charro Cantor, un ícono del cine mexicano.
¡Ay, Jalisco no te rajes!, me sale del alma gritar con calor. Abrir todo el pecho pa' echar este grito: ¡Qué lindo es Jalisco, palabra de honor!
Los jóvenes de ahora poco conocen a personajes como Negrete o como tantos otros que cubrieron una época inolvidable de la música popular. Sin embargo, por muchos todavía son recordados con mucho cariño y nostalgia a figuras como la de María Antonia del Carmen Peregrino que se hizo popular como Toña la Negra. Para Agustín Lara, Toña la Negra era una de sus intérpretes favoritas e incluso compuso varias canciones especialmente para ella.
Noche tibia y callada de Veracruz, sueño de pescadores que arrulla el mar… vibración de cocuyos que con su luz bordan de lentejuelas la oscuridad… Parece que Toña menospreciaba la fama y se negaba a ser entrevistada por lo que se sabe muy poco de su vida privada.
A diferencia de la jarocha, hubo otros grandes cantantes que no soportaron el peso de ser famosos, como es el caso dramático de Genaro Salinas, un tenor nacido en Tampico a quien se le comparó con grandes voces como la de Alfonso Ortiz Tirado y José Mojica, e incluso de la llegó a equiparar con Enrico Caruso.
Genaro Salinas tenía una voz de extraordinaria belleza y dulzura. Sin embargo sus andanzas con mujeres ajenas y su vida disipada afectada gravemente por el alcoholismo, le llevaron a terminar cantando en locales de mala muerte, hasta que un día de 1957 lo encontraron agonizante debajo de un puente en una céntrica avenida de Caracas.
Cuando murió Salinas tenía sólo 37 años y carecía totalmente de recursos económicos. Afortunadamente su colega, el cantante venezolano Alfredo Sadel, se hizo cargo de los gastos funerales.
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.
ME PREGUNTA:
La señorita Mouque: ¿Cómo se dice isofacto o insofacto?
LE RESPONDO:
Ipso facto es una expresión latina que significa "en el momento mismo".
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA:
El tiempo es el bien más preciado de aquel que aspira a grandes cosas.