Al paso de los días esto que ahora estamos viviendo será sólo un recuerdo.
Se irá la sombra de la muerte y volverá la vida. Regresarán el apretón de manos y el abrazo, el beso en la mejilla, la cercanía de los cuerpos y las almas.
Esto que está pasando pasará. No sabemos cuándo, pero pasará.
Habremos sufrido miedo y soledades, habremos sabido quizá del sufrimiento, de quienes sintieron hambre, de la suprema entrega de quienes pusieron en riesgo su vida para salvar la de otros; quizás habremos dialogado con aquéllos con quienes nunca dialogamos: nosotros mismos. Habremos vuelto a los libros de ayer, a las canciones de ayer, a las películas de ayer. Habremos vuelto a los recuerdos de ayer, a los sueños de siempre.
Y cuando menos lo pensemos estaremos en la calle otra vez, y con nuestros amigos otra vez, y en nuestras plazas, y nuestros restoranes, y nuestras tiendas y todas nuestras cosas otra vez.
Es cuestión de esperar y no desesperar. Es todo.
Con eso venceremos a la nada.
¡Hasta mañana!...
