Doña Rosalilia Blanco se preparó durante tres meses para esta fecha, la cual era la mejor del año. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Como "muy malas'', calificaron las ventas los vendedores de flores que recién se instalaron a lo largo de la prolongación Allende de la colonia San Isidro, en su primer día en el marco del Día de Muertos en Lerdo.
Doña Rosalilia Blanco se preparó durante tres meses para esta fecha, la cual era la mejor del año, sin embargo la pandemia del COVID-19 podría hacer que sus flores terminen desechadas en la basura. Ayer fue su primer día sobre la calle prolongación Allende justo frente al acceso principal al Panteón Municipal. Su pequeño puesto no luce abarrotado como año con año lucía. El temor de un contagio ha ahuyentado a sus clientes.
La comerciante aseguró que este año ha sido el más difícil desde 1992, fecha en la que comenzó a instalarse sobre esta misma vialidad. Dijo que aun y en tiempos de inseguridad, las ventas no fueron tan bajas como ahora.
"Muy mal, no hay gente, como estuvieron publicando que no iba a abrir los panteones está muy solo", dijo la comerciante quien espera que la situación mejore este 1 y 2 de noviembre, fecha en la que se mantendrá abierto el Panteón Municipal.
Para poder ofrecer sus flores, sembró una hectárea en su natal Ciudad Villa Juárez, pero teme que de continuar nulas las ventas, su producto termine en la basura. "Espero que se mejore la venta o tendremos que tirar la flor, ya no dejarán vender", dijo doña Rosalilia refiriéndose a que no les permitirán instalarse después del día 2 de noviembre.
José Díaz es otro comerciante de flor que espera que la situación mejore para por lo menos sacar los préstamos que solicitaron para poder surtir. "La situación está dura pero tenemos que trabajar porque es más problema si no trabajamos porque nosotros vivimos al día, todo es un riesgo y primeramente Dios esperamos que nos vaya bien", dijo el comerciante, a quien en esta ocasión no lo dejaron instalarse en la Plaza Principal sino frente al Panteón Municipal.
