Carmen Mondragón, más conocida como Nahui Olin, fue una artista mexicana nacida en los últimos años del siglo XIX y que desde temprana edad mostró sus habilidades creativas; sin embargo, a su trabajo en la pluma y el pincel no se le había puesto tanta atención sino hasta años recientes. De una personalidad arrasadora, la cual salía a través de sus ojos verdes y una belleza sin igual, la artista hija del general porfirista Manuel Mondragón escribió sus primeros textos apenas había cumplido diez años de vida.
Esto y muchas más cosas están más presentes que antes gracias a publicaciones como la de Adriana Malvido, que lleva únicamente por título Nahui Olin.
El volumen de 213 páginas y una muy buena selección de ilustraciones, desde fotografías del personaje, de su familia y personas cercanas, así como cuadros realizados por ella y otros pintores de la época que le tocó vivir, es resultado de una investigación que nació para ser publicada en un periódico del país.
Sin embargo, la interesante vida y obra de Nahui Olin llevó a la periodista cultural a investigar más sobre este ser enigmático. Estaba “ennahuizada”.
El libro resultado de esa obsesión lleva al lector de la mano para presentarle los primeros hasta los últimos años de la vida de Carmen Mondragón; su nacimiento en el seno de una familia acomodada del porfiriato formada por una madre estricta, Mercedes Valseca, quien al mismo la introduciría en las artes, y un padre amoroso y permisivo, el general Manuel Mondragón, inventor de un cañón, una carabina y un fusil automático.
Nahui Olin intensifica su creatividad en la pluma y el pincel, deslumbra por su inteligencia y su personalidad entra como cuchillo en mantequilla en la vida intelectual del México de la época. Así, maravilla a artistas que buscan capturar esa personalidad de tormenta eléctrica y cabellos rubios a través de la pintura y la fotografía, como Diego Rivera, Carlos Chávez, Edward Weston, Jean Charlot o Manuel Álvarez Bravo.
El mundo cultural en el que se movía incluía a Frida Kahlo, Lupe Marín, Nellie Campobello y Antonieta Rivas Mercado. Adriana Malvido nos recuerda que la escritora y pintora que había nacido el 8 de julio de 1893 es un reflejo de la intensa vida social, artística y política de su época; era de renovación motivada tras la muerte del viejo régimen a causa de la Revolución Mexicana y cuya sociedad resultante había que responder con una nueva educación y la cultura.
En este México intenso, y años después de iniciada, la relación de Nahui Olin con el pintor tapatío se desgasta, llegando la separación.
Sin embargo, para su intensa productividad artística, detrás de la pluma y el pincel, o como musa de sesiones fotográficas, de dibujo y de pintura. Igualmente, otros hombres entran en su vida amorosa.
Paso a paso, el libro de Adriana Malvido, publicado por la editorial Circe en 2017, nos adentra en el vertiginoso mundo de Nahui Olin, mujer de libertad absoluta que acabó sus días habitando la casa que sus padres le habían dejado en herencia y acompañada por sus gatos. El 23 de enero de 1978 habría de fallecer en la misma casa que la vio nacer.