El mariscal fue de vital importancia para lograr el Super Bowl.
La atención de Leigh Steinberg esta semana se enfoca en el draft de la NFL, en el que nuevos clientes como el mariscal de Alabama Tua Tagovailoa y su compañero Jerry Jeudy sabrán dónde comenzarán su carrera profesional.
Pero la atención de Steinberg no tardará en volver a uno de los clientes de más alto perfil.
Después de llevar a los Jefes de Kansas City a su primer título de Super Bowl en cinco décadas, el mariscal Patrick Mahomes finalmente estará en condiciones de firmar una extensión de contrato este verano.
A pesar de que no hay prisa debido a que Mahomes iniciará su cuarta temporada en la liga - y los Jefes simplemente podrían elegir su opción de quinto año- la realidad es que ambas partes están ansiosas de llegar a un acuerdo en el que podría ser un contrato que batirá récords.
Esto suena razonable. Aunque para ambas partes los beneficios de llegar a un acuerdo antes de la próxima temporada superan cualquier beneficio de empezar a negociar más adelante.
Para los Jefes, que han estado rozando el tope salarial, la extensión incrementará sus costos a futuro. Mahomes cobrará apenas 2.7 millones de dólares esta temporada como parte de su contrato de novato, pero ese salario se disparará una vez que firme un nuevo acuerdo. Esto ayudará al equipo a tomarse decisiones sobre su plantel justo cuando desean convertirse en una dinastía como los Patriotas.
Para el mariscal que batió marcas y sus representantes, una extensión le daría una garantía a Mahomes antes de volver al emparrillado.
¿Recuerdan cuándo se dislocó la rodilla en una inocente jugada durante un juego ante Denver?
Hizo temblar al gerente general de los Jefes Brett Veach y al coach Andy Reid, pero también a Steinberg y a su equipo, quienes prefieren tener un nuevo contrato antes de arriesgar una nueva lesión de Mahomes.