En los próximos días se definirá la situación jurídica del establecimiento ubicado en la colonia Centro de Torreón. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Además de la sanción administrativa que se le impuso, la funeraria de Torreón que fue clausurada provisionalmente el pasado martes por incumplir con los protocolos sanitarios para el manejo de cadáveres, podría hacerse acreedora a un cierre definitivo en virtud de que ya es reincidente, con distintas irregularidades. Entre ellas prestar el servicio en domicilios particulares para velar los cuerpos, sobre todo en comunidades rurales, lo cual está prohibido durante esta contingencia sanitaria por el COVID-19, según informó José Luna, coordinador de Regulación y Fomento Sanitario en la Jurisdicción Sanitaria VI.
El establecimiento se encuentra ubicado en avenida Hidalgo y la calle 10 y según el funcionario será en los próximos días que se defina la situación jurídica de este negocio con base en los puntos que estuvo violando y considerando que se habían recibido más de cuatro denuncias ciudadanas.
"Ya teníamos denuncias que se habían presentado en contra de este establecimiento y teníamos conocimiento por informes proporcionados por la Jurisdicción Sanitaria de Francisco I. Madero. Aquí (en Torreón) hay una venta de ataúdes y servicio funerario y en el municipio de Madero tienen un incinerador, crematorio, el cual estaba suspendido, sin embargo seguía trabajando a deshoras, a pesar de que se habían colocado sellos por parte de ese municipio y de la Jurisdicción Sanitaria por lo que estaba violentando la medida de seguridad que le fue aplicada", indicó.
Mencionó que en Torreón se hizo una visita conjunta con Salud Municipal y se detectó que la infraestructura del establecimiento estaba en muy malas condiciones por lo que se solicitó el apoyo de Protección Civil e Inspección y Verificación del Ayuntamiento.
La funeraria no contaba con autorización para servicio ni de sala de velación ni preparación de cadáveres por lo que incurrió en una falta al tener al momento de la visita dos cadáveres, uno en estado avanzado de descomposición y otro con COVID-19.
En Coahuila y dado a la fase tres de la emergencia sanitaria por el coronavirus está prohibida la velación de los cuerpos, independientemente de la causa de muerte, y se deberá dar destino final a los cadáveres mediante inhumación o incineración, de acuerdo con la decisión tomada por los familiares o amigos más cercanos.