El ambientalista Gerardo Jiménez consideró que la sobreeexplotación del acuífero es el problema principal de la calidad del agua. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En una conversación con Renacer Lagunero, presidida por Julián Mejía Berdeja, denominada "Metrópoli sin Agua", el ambientalista Gerardo Jiménez González, declaró que es preocupante el desabasto de agua, lo que se deja sentir con las protestas de habitantes de distintas colonias. "El problema no es nuevo pero se ha venido agudizando, sobre todo en la temporada de calor".
Recuerda que la mala calidad del agua, que tiene que ver con la contaminación, ya tiene medio siglo. "El problema principal es la sobreexplotación del acuífero, ya que se bombea el doble de la recarga y estamos en una zona desértica, de tal manera que se deben buscar las alternativas, pues el desarrollo de La Laguna no va ser factible mientras no se resuelva el tema del agua".
De acuerdo a estudios técnicos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), explica el también profesor de la Universidad Autónoma de Chapingo e integrante de varias organizaciones ambientalistas, la recarga anual promedio es de 530 millones de metros cúbicos (Mm3), pero la extracción estimada es de 1,088 Mm3, es decir, hay una sobreexplotación que evidencia un desequilibrio. "Hemos observado que la Conagua no tiene capacidad para regular la extracción en los 3,800 pozos existentes del acuífero principal, la mayoría de ellos de uso agrícola y que se encuentran muy dispersos en la Comarca Lagunera, aunado a que no todos los pozos tienen medidor. Esa situación la tienen también los 105 acuíferos principales del país".
Tras explicar que ya existe la tecnología para establecer la medición confiable de la extracción del agua y es una medida que debe hacerse para recuperar el acuífero, considera que el acueducto y planta potabilizadora para uso doméstico, propuesto por las autoridades, no es la mejor alternativa si no se llega al fondo del asunto que es la sobreexplotación del acuífero. El acueducto sería solo darle largas a la situación real.
"Hay que considerar la oferta, que es limitada y se debe partir del agua que tenemos y el umbral, o límite, sería el volumen de recarga, porque hay un desequilibrio que trae desabasto y contaminación del agua con el arsénico y otros metales que ha causado y sigue causando enfermedades, sobre todo en la población del medio rural de varios municipios laguneros".
Aclaró que no se trata de afectar la economía ni la producción, pero se deben cambiar algunos cultivos forrajeros que consuman menos agua, ya que sólo la alfalfa consume lo que se recarga cada año.
Enfatizó que se debe partir de la disponibilidad del agua y por eso hay resistencias, "pero no hay de otra, es la única forma de resolver la sobreexplotación".
