Autoridades exhortan a la población que visita el Cañón de Fernández a que recoja su basura antes de retirarse de la zona turística.
Los visitantes al Cañón de Fernández dejan mucha basura regada al retirarse, lo cual indica la poca o nula conciencia ecológica de parte de los laguneros que dañan el medio ambiente.
Dentro del operativo de supervisión en ese paraje del río Nazas, llamado Cañón de Fernández, se busca controlar la entrada de los ciudadanos al parque estatal y mantener la capacidad del 30 por ciento, como parte de las acciones a desarrollar para evitar los contagios del COVID-19.
Abel Ramos Martínez, titular de la Dirección de Medio Ambiente, dio a conocer que por desgracia se ha incrementado la cantidad de basura que visitantes dejan en este parque estatal, lo cual genera un foco de contaminación, además de dañar el medio ambiente y el paisaje.
Vasos y platos de unicel, botellas de plástico, bolsas del mismo material, desechos de papel higiénico, envases de cerveza y bolsas con basura, son arrojados por los visitantes que abandonan ese parque estatal, al término de su visita, lo cual es muy lamentable.
Ramos Martínez calificó esta situación de frustrante pues se han hecho diversas campañas para mantener este espacio verde y limpio, pero de poco ha servido, ya que gran parte de los visitantes no recoge su basura y se teme que llegue al agua y dañe parte de la vida marina con la que cuenta el Cañón de Fernández.
Esta problemática ya ha sido notificada al director del Cañón de Fernández, para que en conjunto con las autoridades estatales, se puede atender esta particular situación, a través de una vigilancia más estrecha y se busque de alguna manera, disminuir la contaminación que se ha estado generando, en esta reserva natural del municipio.
Recordó que el acceso al Cañón de Fernández, uno de los lugares más visitados, es restringido por parte de las autoridades, a fin de evitar las aglomeraciones, como una medida preventiva más por la pandemia.