Acompañado por compañeros de Cabildo, el regidor Gonzalo Barrios denunció la agresión de la que fue víctima.
El regidor independiente Gonzalo Barrios Esparza, integrante del Cabildo de Matamoros, denunció que fue víctima de privación ilegal de la libertad, por lo que interpuso una denuncia ante la Fiscalía General del Estado de Coahuila (FGEC), donde incluso se le asignó un elemento para que se encargue de su seguridad.
Ayer durante una rueda de prensa, el regidor relató que la noche del jueves, alrededor de las 20:30 horas, recibió una llamada para citarlo cerca de una empresa que se encuentra a la entrada de la ciudad, ya que le entregarían unos documentos que presuntamente probaban las irregularidades que se estaban cometiendo con la venta de alcohol; sin embargo, él sugirió que el encuentro fuera cerca de su domicilio.
Al acudir al punto acordado, un hombre le hizo señas con una carpeta, por lo que el regidor se acercó y luego de cruzar algunas palabras, el sujeto le pidió que fueran a saludar a su esposa y el edil accedió. Fue en ese momento cuando el hombre y otro sujeto lo subieron a la parte de atrás del vehículo, mientras una tercera persona conducía.
El funcionario, quien estuvo acompañado de otros regidores durante la rueda de prensa, dijo que solo alcanzó a observar que el automóvil era de color negro y de cuatro puertas.
Después de subirlo a la fuerza, los hombres lo empezaron a golpear, mientras que con palabras altisonantes le exigían que se mantuviera agachado y le advirtieron que dejara de sacar el tema de "la feria del melón y sandía", refiriéndose a los reclamos que ha hecho por la pérdida de al menos 12 millones de pesos producto de los permisos de traslado de mercancías de la producción agrícola y que no se reportaron a las arcas municipales.
El edil dijo que luego de unos 30 a 45 minutos, los hombres lo bajaron en un terreno baldío, le pusieron la camisa en la cabeza para que no los observara y lo despojaron de su celular y cartera, donde traía 15 mil pesos, dinero con el que pagaría la renta del local de su negocio.
El regidor mencionó que al ver que los hombres se retiraban, caminó algunos minutos y al darse cuenta que se encontraba cerca del ejido Santo Tomás, pidió ayuda a una familia que lo acercaron a una gasolinera donde más tarde llegaron sus familiares.
El funcionario mencionó que esa misma noche presentó una denuncia ante la FGEC, la cual ratificaría ayer, pues dijo que la amenaza también fue para su familia, por lo que la dependencia estatal le asignó un "escolta".
"Yo sospecho del doctor Horacio Piña; de Beto, el primo hermano del alcalde; y de Cepeda", concluyó.
