De noviembre de 2019 a mayo de 2020 se registraron 358 mil rechazos de las tarjetas con recargas fuera del sistema.
Con el sistema antifraude que se implementó en los sistemas del Metro y Metrobús para evitar que ingresen tarjetas falsas y se realicen recargas ilegales, se han evitado afectaciones por 485.5 millones de pesos y rechazado más de 358 mil plásticos con recargas fuera de la red.
De acuerdo con el Segundo Informe de actividades del titular de la Secretaría de Movilidad (Semovi), Andrés Lajous Loaeza, que presentará este viernes ante el Congreso local, de enero a marzo de 2020, en el Metro se evitaron afectaciones al recaudo de 249 millones de pesos, pues se instaló un mecanismo que permite el bloqueo de tarjetas con recargas fuera del sistema en validadores, así como la anulación del saldo ingresado fuera de la Red de Movilidad Integrada. Además, se hicieron 23 investigaciones que están en proceso.
De noviembre de 2019 a mayo de 2020 se registraron 358 mil rechazos de las tarjetas con recargas fuera del sistema. Respecto al Metrobús, desde el 24 de octubre del año pasado a la fecha se ha evitado la recarga ilegal de 236.5 millones de pesos, es decir, 21.5 millones en promedio mensual. Se han generado 27 detenciones legales, de las cuales 13 han concluido en sentencia y 14 están en proceso.
El documento indica que se implementó este sistema basado en un mecanismo que permite reconocer únicamente las recargas en dispositivos oficiales para la validación en viajes dentro de los sistemas de transporte público de la Ciudad de México. Para ello se activó por completo la Tarjeta de la Red de Movilidad Integrada en Metro, Metrobús, Tren Ligero y Ecobici, por lo que dejaron de operar el resto de plásticos que estaban en circulación, y se le incorporaron el servicio de trolebuses del Servicio de Transportes Eléctricos (STE) y de autobuses de la Red de Transporte de Pasajeros.
La dependencia, en conjunto con la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), realiza un estudio para conocer las condiciones actuales del mercado para generar un contrato que permita a los usuarios recargar sus tarjetas en puntos autorizados, más allá de los existentes en las estaciones del Metro, Metrobús y Tren Ligero.
