Ante la llegada del coronavirus al país, las iglesias se sumarán a tomar medidas preventivas durante la realización de sus misas.
Ante la confirmación de casos de Coronavirus en México, la Diócesis de Torreón, se suma a las medidas de precaución, uniéndose a la invitación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la cual informó que desde la Iglesia Católica se tomarán medidas preventivas.
El vocero de la Diócesis de Torreón, el padre José Luis Escamilla, indicó que previo a un comunicado oficial por parte del obispo de la ciudad, Luis Martín Barraza Beltrán, será a consideración de los párrocos encargados de cada templo, quienes deban invitar a su comunidad a considerar las medidas preventivas.
"Será a consideración del encargado de cada iglesia el brindar las recomendaciones que se requieren en este tipo de situaciones, como lo es el otorgar la Sagrada Comunión en la mano y evitar el saludo de mano entre los feligreses ", puntualizó.
Asimismo, hizo el llamado a la población a atender las recomendaciones de las autoridades de Salud, así como el tratarse con el médico en caso de presentar síntomas, y en caso de tenerlos, considerar que no están obligados a acudir a misa, pues se considera su situación de salud.
Fue a través de un comunicado, que la CEM, señaló que una de las medidas preventivas sugeridas, es la suspensión de los saludos con contacto físico, es por ello que exhortamos a los obispos y sacerdotes en México, soliciten a sus feligreses que en las celebraciones religiosas se suspenda el saludo de mano con contacto físico, durante la contingencia.
Lo anterior no elimina el rito del saludo de la paz, sino solamente, que en el mismo se evite el contacto directo interpersonal, y se pueda sustituir con una reverencia o un signo de voz.
En el mismo sentido, se considera muy conveniente, por la misma circunstancia, que la Sagrada Comunión, durante la eventual emergencia, sea distribuida en la mano y no en la boca, según las normas de la Iglesia.
Además se pide que los sacerdotes que brinden la comunión a los fieles católicos se desinfecten las manos con gel antibacterial, y se la darán en la mano a los fieles, quienes deberán consumirla frente al ministro.