Para recordar. Una Catrina Lolita apareció en los campos de cempasúchil de Villa Juárez.
En medio de los hermosos campos de cempasúchil ubicados en Villa Juárez, Durango, apareció la Catrina, pero una muy especial.
El Siglo de Torreón estuvo ahí para captar el momento. A plena luz, resurgió en los campos una Catrina Lolita. Su camino continuó hasta que cayó la noche y fue vista en sitios como la Plaza Mayor o el Paseo Morelos, impactando a las pocas personas que ahí se hallaban.
Ese personaje no es otro sino la lagunera Adriana Moreno, una lagunera amante de la Lolita que decidió transformarse en una Catrina Lolita para conmemorar el Día de Muertos, que este año, al igual que otras celebraciones, se ha visto afectada por la pandemia de COVID-19.
En entrevista con esta casa editora, Moreno comentó que realizó una fusión entre la moda Lolita y todo lo que caracteriza a una Catrina. Recalcó que hoy en día la muerte acecha más que nunca a las personas, pidió a los laguneros ser responsables para evitar contagios de coronavirus.
"La pandemia nos ha hecho ver que tenemos la muerte más cerca de lo que pensamos. Debemos seguir las indicaciones, cuidarnos a nosotros y a nuestras familias. Viene el Día de muertos y si bien tenemos nuestras tradiciones, lo mejor es que conmemoremos a nuestros muertas en nuestras casas".
Adriana confía en que México pueda salir adelante ante la crisis sanitaria y económica que se vive día a día desde mediados de marzo que comenzó la contingencia en esta nación.
"No pierdan la esperanza. Estamos viviendo un año muy difícil y diferente, pero estoy segura de nos vamos a recuperar, así como hemos salido de otras, vamos a salir de esta, no hay que desesperarnos".
Por otro lado, Adriana reveló qué es la moda Lolita, la cual ha hecho suya y la profesa desde aproximadamente nueve años.
"Es un movimiento cultural, surgió en Japón en los años setenta, fue como una forma revolucionaria que usaron las mujeres japoneses para imponerse contra el sistema de Japón, un país con muchas virtudes, pero demasiado machista.
"Las chicas y también algunos chicos de los setenta querían expresar que ya estaban cansados de ese sistema machista y buscaron en corrientes occidentales una manera de demostrar su desacuerdo a través de la moda mezcla corrientes juveniles de libertad con la vestimenta de la aristocracia de los siglos pasados, principalmente las épocas del rococó, victoriana, ocasionalmente el barroco y la eduardiana", detalló.
