Tsai, de 63 años, comenzó su carrera política tras estudiar derecho, doctorarse en la LSE. (ARCHIVO)
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, parte como favorita para revalidar su cargo en las elecciones del próximo 11 de enero de mano del Partido Democrático Progresista (PDP), cuyo independentismo moderado ha logrado ganarse la confianza de los isleños en los últimos cuatro años.
Tsai, de 63 años, comenzó su carrera política tras estudiar derecho, doctorarse en la Escuela de Economía y Ciencias Políticas de Londres (LSE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo), y trabajar en diversas oficinas gubernamentales antes de ser nombrada ministra de Asuntos Continentales en el año 2000 bajo el Gobierno del expresidente Chen Shui-bian.
Poco después, Tsai se unió al PDP y en 2004 se convirtió en parlamentaria, tras lo que fue nombrada viceprimera ministra, cargo en el que permaneció hasta 2007. Al año siguiente, Tsai tomó las riendas del PDP después de la derrota electoral del partido a manos del opositor Kuomintang (KMT) y la consiguiente renuncia de Chen.
Como jefa de la oposición, Tsai cuestionó las posturas del KMT de abogar por relaciones más cercanas con China, y comenzó a tejer su estrategia de cara a las siguientes presidenciales: aunque no logró imponerse al KMT en 2012, en 2016 logró el 56.1 % de los votos en las elecciones, asegurando la mayoría en la legislatura.
Su controvertida política hacia China dio los resultados que esperaba, especialmente después de desmarcarse del llamado "principio de una sola China".
Este principio, refrendado por el KMT, evita que se reconozca a Taiwán como un Estado independiente al reconocer que solo hay un país llamado China -que abarca tanto la isla como la China continental- y que Pekín y Taipéi reclaman la totalidad de su territorio.
Tsai nunca ha expresado explícitamente que apoye la independencia de Taiwán pero ha intentado mantener a China a raya, para lo cual no ha dudado en comprar armamento a Estados Unidos o aprobar una controvertida legislación que tiene como objetivo limitar lo que considera "interferencia" de China.
Según la presidenta, la isla debe demostrar a Pekín su determinación de defender su soberanía para "preservar la libertad y la democracia" de los taiwaneses, y también se ha opuesto a la propuesta china para la "reunificación" bajo el modelo "un país, dos sistemas", el mismo que se aplica en Hong Kong.
Además, Tsai también ha intentado diversificar los socios económicos y comerciales de la isla para tratar de revertir la excesiva dependencia de China y ha destacado su apoyo a los grupos aborígenes y a la comunidad LGTBI, convirtiendo a Taiwán en el primer país de Asia en reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Por contra, la pérdida de aliados diplomáticos durante sus cuatro años de mandato en favor de Pekín es el mayor lastre que afronta Tsai de cara a estas elecciones, pese a lo cual parece encaminada a revalidar su mandato, con las encuestas concediéndole más del 50 % de los apoyos.
Repunta
La presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, parte como favorita para revalidar su cargo en las elecciones del próximo 11 de enero:
*Como jefa de la oposición, Tsai cuestionó las posturas del KMT de abogar por relaciones más cercanas con China.
*Su política dio los resultados que esperaba, después de desmarcarse del llamado "principio de una sola China".
*Tsai nunca ha expresado explícitamente que apoye la independencia de Taiwán pero ha intentado mantener a China a raya.