Uno de los cuatro torneos más importantes del deporte blanco de cada año, hasta el momento, mantiene la fecha de celebración y en Nueva York.
La USTA, organizadora del Abierto de Estados Unidos de tenis, ha informado de que ahora mismo "la posibilidad de cambiar el lugar o la fecha no está en primer plano", aunque agrega que a mediados de junio tomará una decisión definitiva sobre la edición de este año, prevista del 24 de agosto al 13 de septiembre.
"El objetivo de la USTA es celebrar el Abierto de Estados Unidos de 2020 en Nueva York en las fechas previstas actualmente. De hecho, nuestros planes de organizar el US Open en las fechas programadas en el USTA Billie Jean King National Tennis Center en Nueva York con los aficionados, siguen en marcha", señala en su web.
"Sin embargo, reconocemos que todos estamos afrontando un ambiente incierto y rápidamente cambiante con respecto a la pandemia, y por lo tanto hemos estado modelando agresivamente muchas otras contingencias, incluyendo escenarios sin espectadores", agrega.
La USTA entiende que "hay mucha especulación con respecto a la planificación" para el US Open 2020. "Nos gustaría aclarar que, aunque estamos explorando todas las posibilidades en torno al torneo, la posibilidad de cambiar el lugar o la fecha no está en primer plano en este momento", asegura.
"Lo más importante en todas nuestras decisiones con respecto al US Open será la salud y la seguridad de todos los involucrados, en cualquier capacidad, con el torneo. Estamos en continuo contacto con el Estado de Nueva York y los funcionarios y agencias de la ciudad de Nueva York, y nos reunimos semanalmente con nuestro Grupo de Asesoramiento Médico para aprender todo lo que podamos y para evaluar adecuadamente esta situación de cambio", continúa.
"En este momento, nuestra fecha límite para tomar una decisión sobre el estado del US Open es de seis a ocho semanas (a mediados de junio). Continuaremos proporcionando actualizaciones según sea apropiado".
PRIMER PASO
Por otra parte, en el recinto de la Academia de Tenis Base de Hoehr-Grenzhausen, cerca de Coblenza en Alemania, han sido puestos en escena unos cuantos partidos de exhibición.
Sin público, sin jueces de línea, sin recogepelotas. Solo los dos jugadores y el árbitro principal han podido estar en la pista cubierta de tierra batida.
El alemán Dustin Brown, otrora a entre los 70 primeros del mundo y recordado por su victoria ante Rafael Nadal en la segunda ronda del torneo de Wimbledon hace cinco años, fue la cabeza visible del inicio de la desescalada del coronavirus en las pistas.
Brown ganó a su compatriota Corentin Schmitz. No hubo apretones de mano, ni felicitaciones. Ni auxiliares de los jugadores, que manejaron sus propias toallas y llevaron la bebida y la fruta con la que recuperan energía en cada cambio de zona. El desinfectante estaba por todas partes.