La liga de la fantasía llegó a su fin. Pumas, luego de su “gesta” en el partido de vuelta contra Cruz Azul, hizo dudar a más de uno sobre el desenlace que tendría el torneo Guardianes 2020 del futbol mexicano; ¿le alcanzaría el “vuelito” para ser campeón? Afortunadamente, ganó el mejor.
La final, en sus 180 minutos, no quedará como un encuentro memorable. Sin embargo, el líder León supo capitalizar su superioridad en la cancha, evitando así otra “sorpresita”. Al final, el título los disputaron los dos mejores lugares del campeonato y por fin volvió a ganar un número uno. Merecido. Por otro lado, ¿qué estará pagando Cruz Azul que no le alcanza con 23 años de salación?
De aquella terrible noche en CU, se habló más del fracaso celeste que del orgullo puma; es lógico, la tragedia vende más, pero aparte, a muchos nos quedó la sensación que los universitarios no necesitaron tantos disparos a puerta para conseguir la goleada impensada. Eso ya es historia.
Hoy, León ruge fuerte y Ambriz se alza como el entrenador del momento. Felicidades a ambos, y a Pumas también; mucho mérito es haber llegado tan lejos luego de que poco antes de arrancar el torneo, su técnico los abandonara (supuestamente porque no tenía material para competir, ¡Qué ironía!).
La sospecha cayó sobre la Máquina, que si algunos jugadores fueron “tentados” antes de la semifinal de vuelta… ¡Y es que resulta tan increíble cómo se dieron las cosas! Las declaraciones de Huerta tendrían que investigarse, por mientras, ya puso a muchos a pensar. ¡Es México, caray!
Siboldi no pudo más y se hizo a un lado. Un técnico serio que ya fue campeón no tiene por qué soportar que su misma directiva lo critique de manera pública, como lo hizo Víctor Velázquez. Pero qué imán tiene el uruguayo para salir siempre así de los equipos a los que dirige; ya le llegará uno que esté a su altura. Por ahora, que el Azul se quede con sus dudas, incertidumbre, el torneo de la “Concachampions” y su cuerpo técnico interino. Lo demás, ya se verá.
En Santos, los lamentos no paran. Al club se le ocurrió que era buena idea salir a poner cara a tanto reclamo de aficionados que no quieren que sus figuras se vayan; apenas se encariñan con uno y lo tienen que ver partir. Es la historia de nunca
acabar. Aun así, han llegado campeonatos, los que tanto presume Grupo Orlegi (y con razón), que no se nos olvide.
Creo que lo que duele más de la salida de Furch es el destino y lo que llega a cambio; si bien, esas salidas de jugadores importantes se han realizado desde hace varios años, antes se entendía que eran por dinero, mientras que hoy, tienen la pinta de querer favorecer al “hermano menor”. Así, el sufrimiento del aficionado no termina cuando su equipo quedó fuera de la competencia, sino que se prolonga sin que pueda hacer algo para cambiarlo. Solo el tiempo dirá si el jefe “Irarra” tuvo otra vez la razón o si tendría que buscar al nuevo encargado de su Inteligencia Deportiva de entre la afición. Los que llegan a Santos, a empezar desde abajo.
El circo, en su capítulo Guardianes 2020, terminó. Queda esperar a ver qué nos trae el año siguiente. Y ustedes, ¿ya le hicieron su carta a Santaclós? Por si quieren seguirle, dejo abiertos los canales de la comunicación: @Foko_54 [Twitter]. También respondo en @Champs_MX.
Eduardo Sepúlveda//@Foko_54
