1922: El año de las maravillas
El siglo XX estuvo lleno de revoluciones y no sólo desde la trinchera. La literatura fue un eslabón importante para el cambio, sobre todo en cuanto a la formación de la reinterpretación de la realidad y de la cosmovisión futura. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) fue uno de los hitos dentro de la historia. Aunque la mayoría de ese evento se dio en Europa, tuvo un impacto tan significativo que no solo afectó en cuanto a cifras y número fríos, sino en la forma de ver la realidad, una que no iba a ser la misma a partir de entonces.
Específicamente en el ámbito de las letras se estaban dando a conocer las vanguardias, en especial el modernismo y formalismo. Sin embargo, en 1922 se puede decir que es el “maravilloso” brinco que engendró a varias obras consideradas hoy en día como clásicas. Las cuales pasaron a la historia por su forma tan peculiar de narrar la realidad, de volverla a juntar o mejor dicho, de crear nuevas piezas funcionales.
Existen varios autores dentro de esta generación que no hay espacio suficiente para analizar sus obras. Aunque todos ellos tienen en común un aspecto que resalta sobre la mayoría de sus antecesores: crearon en medio del ojo del huracán, fueron parte del eje generacional que forjó una nueva manera de percibir la escritura y por ende, de disfrutarla.
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