Si no pasa una verdadera tragedia llena de casualidades y eventos increíbles, nuestra selección mexicana de futbol estará jugando el Mundial de futbol a celebrarse en Catar a finales de año. Ahí vamos otra vez, muchos como yo, sinceramente ya estamos con la ilusión muy golpeada, el marketing faccioso y asfixiante que rodea al Tri nos ha hartado. Sin embrago, y aquí hablo nada más por mi, me es inevitable tener aún una poca de emoción y sinceramente me interesa el sorteo y veré todos los partidos de mi selección y aparte todos los que pueda del mundial.
Aquí en nuestro futbol somos capaces de todo. Ya prácticamente calificados, a lo mejor el técnico argentino Gerardo Tata Martino no nos dirigirá en Catar. La verdad es que hoy nuestra selección no juega a nada y lo que es peor, con la gente que llama no se ve por dónde se le pueda dar la vuelta al asunto. Martino mete a los mejores de los que llama y al parecer no piensa ampliar su baraja de jugadores convocados, lo que hace pensar y temer que este equipo no da para mucho más. El famoso tridente de Corona, Jiménez y Chucky que son buenos jugadores que en Europa no lo hacen nada mal, con el equipo negro rosa no dan una. Algo pasa, se juega muy mal.
Sabemos cómo se maneja nuestro futbol y estoy seguro que después del juego contra El Salvador habrá encerrona con el DT nacional y los dueños pesados del balompié azteca. No hace falta estar ahí de infiltrado para saber que se le van a pedir explicaciones y una baraja más amplia de jugadores. Martino quizá no aceptará seguir sin imponer sus decisiones y capaz que se va de común acuerdo. No sé, si yo fuera el Tata no tendría cómo explicar el porqué este equipo ya no camina y el porqué ignorar a jugadores que están en mejor momento y que la mayoría son jóvenes que llegarían con ilusión y hambre de triunfo, que quizá es lo que le falta a los jugadores ya veteranos.
Mi teoría es que, así como a los aficionados de entre 35 y 50 años que hemos vivido prácticamente lo mismo y lo mismo cada 4 años, el negocio "selección mexicana" ya nos hartó, a los jugadores veteranos también. Es por eso que siento que urge un refresco y no sé si Martino lo pueda dar. La realidad es que es lamentable la manera en que se ha cerrado esta eliminatoria, no me importa que en el pasado se haya batallado igual, hoy toca juzgar este proceso y sinceramente lo veo en picada y sin salvavidas visibles. Estamos muy a tiempo para decidir ir al Mundial de Catar con lo mejor que tenemos, quizá nos quedaremos otra vez en octavos pero hay que intentarlo con ilusión y con los mejores.
