(Foto: RENÉ ARELLANO / EL SIGLO COAHUILA)
“Hoy, en este día pedimos a las autoridades el cumplimiento de los compromisos que hicieron con nosotros al momento de erigir este obelisco, obviamente, uno de ellos es la localización de nuestros seres queridos, otro es la garantía de que los hechos que ocurrieron en nuestro municipio jamás se vuelvan a repetir”, dijo Reyna Elizabeth Martínez Guerrero, coordinadora del colectivo de familias de personas desaparecidas “Alas de Esperanza de Allende”.
Lo anterior, durante la ceremonia realizada en el obelisco que se construyó como memorial por las personas desaparecidas en Allende, el colectivo de familias de personas desaparecidas “Alas de Esperanza”, pidieron a las autoridades de justicia localizar a sus seres queridos y garantías de no repetición de hechos como los registrados hace 11 años en esta región Norte de Coahuila.
En dicho evento participaron familiares de personas desaparecidas durante los días 18, 19 y 20 de marzo de 2011, así como autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Coahuila, particularmente de la Fiscalía de Personas Desaparecidas, así como de la administración municipal de Allende en su periodo 2022-2024.
La ceremonia se realiza cada año, tras la construcción del obelisco sobre el acceso al municipio de Allende, por la carretera Morelos-Allende; se desarrolló la ceremonia con la participación e intervención del sacerdote Venus Jaime Chávez González y el pastor Santos Elías Casanova; así como Olga Lidia Saucedo, presidenta del colectivo Alas de Esperanza en Allende.
Además de José Ángel Herrera Cepeda, titular de la Fiscalía de Personas Desaparecidas, Víctor Gerardo Rodríguez Lozano y Mario Castro Narro, delegados de la región norte I y II, respectivamente; además de José de Jesús Díaz Gutiérrez, actual presidente municipal de Allende.
“Queremos que sigan trabajando en favor de nuestras personas desaparecidas, de nuestros familiares, porque queremos que pronto regresen a sus hogares, que pronto estén con sus familias; pero, sobre todo, reitero, un acto tan horrendo como el que ocurrió el 18 de marzo de 2011, nunca jamás se vuelva a repetir”, enfatizó Martínez Guerrero.
