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Alexander Zverev, segundo favorito, sacó adelante un duelo intenso, una batalla interminable y épica, ante el italiano Jannik Sinner, resuelto en tres horas y 5 minutos y tres apretados sets (5-7, 6-3 y 7-6(5)) para alcanzar su objetivo y situarse en las semifinales del Masters 1000 de tenis de Montecarlo.
El choque lo inclinó de su lado el germano aunque pudo caer del lado de cualquiera. Se definió por pequeños detalles, por errores ya sin solución en momentos puntuales. La propuesta de uno era respondida por el otro. Cada rotura venía acompañada de un break del rival. Ninguno cedía en el pulso.
Fue una batalla épica, cargada de vaivenes y llena de alternativas entre dos grandes jugadores. Uno asentado ya entre las alturas del circuito. El otro, el italiano, máximo exponente de la generación que ha llegado para quedarse. Ambos se vaciaron en la pista.
Zverev pretende conquistar Montecarlo y sobrevive. Una competición que nunca ha logrado y que puede meterle de lleno en la carrera por el número uno.
El campeón olímpico aún está vacío de éxitos en este 2022, a pesar de que estuvo cerca de ganar Montpellier.
Hizo todo lo posible por aferrarse a una competición que ha perdido a gran parte de sus favoritos y que le apunta como el gran aspirante al éxito final a expensas del vigente campeón, el griego Stefanos Tsitsipas.
