Arturo dio sólidas muestras de su madurez como torero (ESPECIAL)
En una complicada tarde, el novillero lagunero Arturo Gilio Quintero cortó ayer la única oreja de la tarde en la cuarta novillada del certamen "El Alfarero de Oro", que se realizó en la plaza de toros de Villaseca de la Sagra, en el centro de España.
Fue una tarde triunfal, ganada a punta de sudor, temple y valor para el joven espada lagunero, pues el lote de novillos de la ganadería de La Quinta, fueron de buena presentación, pero ofrecieron muy poco juego y muy desigual, lo que impidió el lucimiento de los alternantes.
Para esta ocasión, en un certamen novilleril de bastante peso en España, Gilio alternó con Solal Calmet "Solalito" y con Guillermo García Pulido, quienes hicieron esfuerzos destacados ante cada uno de sus astados, pero no lograron tocar pelo.
LAS FAENAS
Ante su primer novillo, el que abrió plaza, Arturo despachó tandas vistosas por el pitón derecho, aprovechando un astado noble, con clase y que asistió al encuentro con el capote en cada ocasión que el lagunero lo citó, hasta que dio paso a los tercios de banderillas y de varas.
Con muleta en la mano, siguió manteniendo firme la derecha, largos naturales muy sentidos, toreando al natural; de una estocada mató el lagunero y aunque no recibió trofeos, dio la vuelta al ruedo para recibir una estruendosa ovación, mientras que el novillo recibió palmas durante el arrastre.
El cuarto de la tarde le correspondió también a Gilio Quintero, un novillo de casta y bravura, pero que no terminaba por humillar y le complicó mucho la vida al lagunero, quien entendió a la perfección a su cómplice en el ruedo y toreó por ambos lados, en una muestra de la madurez del muchacho que está prácticamente listo para tomar la alternativa.
Muletazos prolongados y pausados, siempre con la mano derecha, fueron el preámbulo a una estocada mortal, que significó una oreja en resultado artístico para Arturo, además de la ovación para el novillo en el arrastre hacia la salida del ruedo.
"Solalito" puso gran empeño ante los dos novillos de sus turnos, pero fueron acertijos muy difíciles de resolver; recibió ovación tras matar a su primero y se retiró en silencio al acabar con su segundo, mientras que Guillermo García Pulido tuvo todavía mayores complicaciones, se fue en silencio tras su primer astado y recibió pitos al terminar su segunda faena.
Arturo Gilio volverá a vestirse de luces hoy mismo, al presentarse en la plaza de toros de Cuerva, Toledo, España, alternando con Víctor Barroso y Aarón Infantes.