(EL SIGLO DE TORREÓN)
En la colonia Nueva Rosita de Lerdo también llegó el agua…pero de drenaje. Desde las primeras horas de este lunes comenzaron a brotar las aguas negras por las alcantarillas y boca de tormentas, dejando anegadas por lo menos dos de sus calles con aguas pestilentes que además de ahuyentar la clientela de los negocios cercanos, representan un riesgo para la salud.
El problema se localiza sobre la calzada Villa Jardín, desde la calle Lomas hasta la calle Sor Juana Inés de la Cruz, ambas prácticamente convertidas en lagunas.

El problema no es nuevo, aseguraron Perla y Sofía, vecinas y comerciantes del lugar. Y es que afirman que con mínimas que sean las lluvias o simplemente que se descomponga una bomba al Sapal, las aguas negras aparecen.
Las comerciantes mencionaron que primero las lluvias de la semana pasada no permitieron abrir su negocio de comida, pues era imposible llegar debido a las grandes lagunas que se forman sobre la calzada, aunado a los enormes hoyancos que proliferaron en el lugar, los cuales ya fueron atendidos. “La semana pasada no trabajamos hasta el viernes, se quitó el agua y luego brotó todo esto”, dijo Perla señalando la laguna verdosa y pestilente que rodeaba el negocio.

El problema tomó por sorpresa a todos los negocios de comida de la cuadra, quienes tuvieron que improvisar un puente con tablas viejas y piedras para que clientes, que se aventuraron a llegar pese al mal olor, pudieran cruzar la laguna.
Don Máximo Gutiérrez es vecino de este sector desde hace varias décadas y asegura que el problema se intensificó con la pavimentación de la calzada y la falta de atención por parte de las diferentes Administraciones Municipales.
“Al rato vamos”, “después”, es lo que ha recibido como respuesta por parte de las autoridades municipales al exigir solución al problema que ha comenzado a afectar su salud.
Desesperado, ha pensado en invertir de sus propios recursos, para la compra de una bomba que pueda succionar las aguas pestilentes y así dar solución al problema.