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Las obras de la pequeña artista lagunera Luna García, fueron las encargadas de inaugurar los festejos por el quinto aniversario de Casita Iguamira, una ludoteca localizada en el centro de Torreón que ha aguantado los embates de la pandemia y persiste en la misión de brindar un lugar, donde niños y niñas desarrollen su músculo creativo.
Raúl Esparza, fundador de Casita Iguamira, mencionó durante el primer día de actividades que el reto en los dos últimos años se tornó más complicado. La ludoteca tuvo que modificar sus dinámicas, dejó de abrir al público en horario fija y sólo atiende a los menores previa cita.
“Eso les ha dado tranquilidad a los padres de familia, pero parece que ya hay más relajación y probablemente volvamos a nuestro horario tradicional para abrir todas las tardes”.
Casita Iguamira ayuda a los infantes a adquirir y desarrollar conocimientos a través del juego. Los festejos por su quinto aniversario continuarán este viernes 25 con la presentación del músico Raúl Jacquez y el sábado 26 de febrero con una obra de Escénica Fantoche. Ambos eventos son totalmente gratuitos y comenzarán en punto de las 18:00 horas.
Desde su visión como educador, Esparza considera que los niños puedan ejercer su derecho al juego más allá del mundo virtual, los motiva a desarrollarse cognitivamente y prevenir trastornos como el déficit de atención o la imperactividad.
Exposición Mi Mundo
En una ceremonia donde también participó el maestro Gustavo Montes, Luna García inauguró seis obras de su exposición titulada Mi Mundo. Los intereses de esta pequeña artista están centrados en la naturaleza. Sus creaciones arrojan colores y, precisamente, mundos construidos a través del empleo de hojas, piedras y otros elementos.
“Me gusta pintar porque me tranquiliza, me entretiene y además se me olvidan otros sentimientos como la tristeza”.
Mi Mundo es la primera exposición individual de esta artista de tan solo ocho años de edad. La muestra ya tuvo una primera parada hace meses en el Centro de Convenciones Francisco Zarco, en Gómez Palacio. Y en esta ocasión fungió como inicio para festejar a Casita Iguamira, un lugar que Luna conoce muy bien, pues desde hace dos años también se entrega al juego para aprender.
