(FOTO: CORTESRÍA)
El legado de Rafael Alberti y su compañera, María Teresa León, fue depositado este miércoles en la Caja de las Letras del Instituto Cervantes, con recuerdos como los pasaportes con los que los dos poetas volvieron del exilio a tierra española, un 27 de abril de 1977 con las palabras "me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano abierta".
Esta frase dicha por Alberti al regresar a España tras casi cuatro décadas "no era una renuncia a su manera de pensar, sino un modo de integrar su manera de pensar, por el bien de España, en la convivencia democrática", dijo el director del Cervantes, el poeta Luis García Montero.
La sobrina de los escritores, Teresa Alberti, protagonizó este acto simbólico para la preservación del patrimonio más personal de grandes figuras de la cultura española.
Teresa explicó que tuvo el placer de "conocer, cuidar y querer" a Rafael (1902-1999) y María Teresa (1903-1988) a partir de 1971, y de ellos recibió algunos objetos que hoy se depositaron en la caja 1.653, como una edición del libro de María Teresa León "Una estrella roja" y "Los 8 nombres de Picasso y no digo más de lo que no digo", de Alberti, ambos dedicados a ella.
También, por parte del Cervantes, se incluyeron fotos, como la que muestra al poeta bajando por las escalerillas del avión desde Roma, sonriente y con una mano tendida cuando aterrizaba en Madrid.
Fue cuando pronunció la frase del puño y la mano antes citada y dio una "muestra de concordia que debería servir de ejemplo en el momento de crispación y polarización política" en que ahora vivimos, dijo su sobrina.
Por su parte, García Montero agradeció expresamente que se haya cedido esta foto para ser incluida en el legado de Alberti. Es una tradición del Instituto
Cervantes, guardar objetos significativos de escritores en la cámara acorazada del antiguo banco que ahora alberga la sede de la institución en Madrid, España.