
Cerca de 9.1 de los 26 millones de habitantes de Shanghái se sometieron a pruebas del COVID-19. (ARCHIVO)
Mientras millones de residentes en Shanghái hacen fila para someterse a pruebas de detección del coronavirus en la confinada metrópoli, las autoridades prometen rebajas fiscales para los empresarios y mantener su concurrido puerto en funcionamiento para limitar las alteraciones en la industria y el comercio.
El cierre de la mayor parte de la actividad decretado esta semana en la ciudad más poblada de China para contener los brotes de COVID-19 sacudió unos mercados financieros ya nerviosos por la guerra de Rusia en Ucrania, la subida de los tipos de interés en Estados Unidos y la desaceleración de la economía china.

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La pandemia del COVID-19 ha aumentado la demanda de los féretrosEl Gobierno reportó el miércoles ocho mil 825 nuevas infecciones en todo el país, incluyendo siete mil 196 casos de personas asintomáticas. El dato incluía los cinco mil 987 registrados en Shanghái, de los cuales solo 329 presentaron síntomas.
El número de contagios detectados en China en la última ola de la pandemia es bajo con respecto a otros países importantes; pero el gobernante Partido Comunista está aplicando una estrategia de "tolerancia cero" que busca aislar a todos los infectados.
Alrededor de 9.1 de los 26 millones de habitantes de Shanghái se sometieron a pruebas de detección del virus el miércoles, según las autoridades de salud. Además, se realizará una "desinfección preventiva" de complejos de apartamentos, edificios de oficinas y centros comerciales, agregaron.
Shanghái registró más de 20 mil positivos el lunes, de acuerdo con los medios estatales.
