(EDUARDO RUIZ)
La Filomena que emite el reloj monumental comienza a sonar en la Plaza de Armas de Torreón. Son las cuatro de la tarde en punto. En la esquina de la calle Valdez Carrillo y la Avenida Morelos, se percibe una serie de carpas blancas. Bajo de ellas aparecen mesas repletas de libros, en su mayoría de segunda mano. La literatura parece amenazar con desbordarse y caer al suelo de granito.
Libreros de varias partes del país se han instalado en este importante paseo desde el pasado 22 de diciembre. Pronostican permanecer hasta el próximo 18 de enero, luego levantarán las carpas y se llevarán sus tesoros de papel para ofrecerlos en las calles de otra ciudad.
Humberto Villanueva, es originario de Guerrero y se considera un “traficante de letras”, pertenece al colectivo Ave Fénix. Se ha instalado junto a Hipólito Hernández de Ciudad de México y Osiris Angulo de Baja California Sur, otros dos vendedores que exponen su mercancía especializada. Como si se tratara de una travesía gitana, en conjunto han recorrido localidades de Jalisco, Aguascalientes y Zacatecas.
“Torreón es un lugar próspero, porque siempre ha sido muy noble. Es uno de los cinco o seis municipios que reciben con los brazos abiertos a los libros”.
Enciclopedias, libros antiguos datados desde el siglo XVIII, clásicos, ejemplares nuevos de distintas temáticas que van desde lo más exclusivo hasta los títulos más comerciales, podrán ser explorados por el lector que gusta de hurgar en el azar de los textos. No obstante, si se busca un ejemplar en específico, los propios vendedores también pueden auxiliar para encontrarlo.
Humberto y sus compañeros no sólo son simples comerciantes, conocen a la perfección la anatomía que tiene la importancia de la lectura. Se sensibilizan a las atribuciones que los libros tienen en la sociedad, por ende enfatizan en el acercamiento con las nuevas generaciones.

“Si empezamos con las juventudes nuevas, con los niños, con los jóvenes, con los chicos que, de verdad, pudiéramos interactuar con ellos a través de los libros, para con lecturas, actividades, que ellos mismos se vayan involucrando para que el día de mañana nuestro México sea otro. Que ustedes como medios y nosotros, como ‘traficantes de letras’, podamos involucrar a las familias”.
Nombres de amplio reconocimiento como Julio Cortázar, Elena Poniatowska, Carlos Fuentes, Arturo Pérez-Reverte, Enrique Vila-Matas, Jorge Luis Borges, Junichiro Tanizaki, J.R.R. Tolkien, Efraín Huerta, entre muchos otros, se muestran sobre los empastados. En temáticas más juveniles, coexisten ejemplares de Carlos Cuauhtémoc Sánchez, Paulo Coelho o Walter Riso. La oferta es variada y destinada a distintos tipos de lectores.
“Tenemos una oferta ahí de $100, de 3x$200 y si usted se lleva cinco piezas le damos precio en libros de línea. Por ahí los compañeros traen de $20, de $30, de $10. Entonces, el pretexto no es el precio, no hay pretexto, que nos visiten y ojalá que se lleven un buen ejemplar a sus casas”.
Estos vendedores permanecerán en la Plaza de Armas hasta próximo 18 de enero, en un horario de lunes a domingo, de 09:00 a 23:00 horas, sin importar las condiciones climáticas. “Somos una biblioteca itinerante […] es otro estilo de vida”.