(ERICK SOTOMAYOR)
Tras más de una semana de actividades, la edición número 42 de la Muestra Nacional de Teatro llegó a su fin durante la noche del sábado 19 de noviembre. El último evento del certamen tuvo lugar sobre el escenario del Teatro Isauro Martínez, donde la Compañía Nacional de Teatro presentó la obra El convivio del difunto. Al terminar, se realizó la ceremonia de clausura y se anunció oficialmente a Jalisco como la sede para la muestra en 2023.
Antes del evento, Daniel Miranda Cano, coordinador de Teatro en el INBAL, indicó a El Siglo que la organización quedó satisfecha con los resultados obtenidos en esta muestra, por lo que destacó la respuesta del público lagunero, de los jóvenes y de la comunidad teatral.
“Lo que deseamos es que el esfuerzo de la Muestra Nacional de Teatro es que trascienda la propia muestra, que queden cosas más allá de lo que aquí sucedió en estos días. Una muestra de ello es el laboratorio que está caminando y que podremos ver los resultados el año próximo”.
Así mismo, enfatizó en el trabajo de la curaduría escénica, que permitió contemplar un paisaje sobre lo que está sucediendo en el teatro a nivel nacional, y aceptó las fallas que se tuvieron en cuestión de logística. “Tuvimos algunas complicaciones de carácter logístico, que son naturales en los procesos de la muestra y que tenemos que ir afinando para que cada vez esto quede mejor”.
Sobre las temáticas que se mostraron en el evento, en contra de todo tipo de violencia y el suceso que ocurrió el miércoles 16 en el Teatro Nazas, donde el director de la obra Tebas Land, Mauricio García Lozano, recibió acusaciones por violencia de género, Miranda comentó:
“Tenemos la postura, primero, de cero tolerancia a cualquier manifestación o reproducción de violencia en las actividades que nosotros tenemos. Tenemos también una total apertura cuando hay una manifestación de este tipo, por quien sea, quien quiera hacer un señalamiento, nunca nos vamos a interponer. En ese sentido, es algo de lo que el teatro no se puede abstraer, vivimos fenómenos de violencia que atraviesan diferentes esferas de nuestra vida y comunidad, qué mejor espacio que la muestra para empezar a dialogar, a construir los puentes que nos harán posible ir trascendiendo las distintas problemáticas que plantea la violencia”.
Última función
En noche de cierre, el encuentro escénico más importante de México tuvo de invitada a la Compañía Nacional de Teatro, que en 2022 festeja también su 50 aniversario.
Sobre el escenario apareció un comedor de madera con seis sillas, un pequeño bar y una consola. La escenografía de la sala también aguardó una puerta corrediza en el fondo. La función de El convivio del difunto comenzó pasadas las 21:00 horas.
En entrevista exclusiva para El Siglo de Torreón, Arturo Beristáin, actor perteneciente a la Compañía Nacional de Teatro, comentó que El convivio del difunto, obra escrita por Martín Zapata, trata de un canto a la vida, pues considera que es una comedia negra influenciada por autores como Jorge Ibargüengoitia o Xavier Villaurrutia.
En El convivio del difunto participan los actores Arturo Beristáin, Sonia Franco, Mariana Giménez, Erando González, Nara Pech y Rodrigo Vázquez. “Es una comedia, por un lado, muy divertida, y por otro, muy profunda. Creo que fue una buena elección para cerrar la muestra de este año”.
La historia arroja que Leonor, una refinada aristócrata, ha perdido a Mauricio (Arturo Beristáin), su marido. No obstante, este sigue hablando y moviéndose. Nadie sabe la razón, pero ante la situación extraordinaria, Leonor busca el consuelo de sus dos mejores amigos.
Mauricio está muerto, ha partido hace dos horas, pero sus seres queridos no saben cómo darle la noticia. No se trata de un espíritu o de un fantasma, Mauricio es de carne y hueso, pero ha perdido esa vida que relata como si un cine infinito pasará frente a sus ojos. La posible respuesta de Magda, la empleada doméstica, es tan sencilla como complicada: al parecer se le ha atorado el alma en el cuerpo.
En el desconcierto, el supuesto difunto hace un recuento de sus deseos no cumplidos. Siempre quiso ser escritor, mas no confío en sí mismo y eso es algo que le duele incluso en su muerte. Pero también tiene un asunto pendiente antes de irse. Al final, un par de vueltas de tuerca retornan a la idea inicial y la reflexión sobre la muerte y la vida ya se ha gestado en el espectador.
Así mismo, Beristáin compartió una reflexión sobre el sentido de las muestras teatrales, el cual se remite al origen del teatro mismo, con los concursos donde nacieron las obras de Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes, las cuales han traspasado el umbral del tiempo y continúan diciendo cosas importantes.
“Los griegos inventan el teatro como un rito de purificación espiritual, donde, a través de la identificación, el espectador se identifica con lo que sucede en escena y es capaz entonces de dar una serie de pasos que lo van a llevar a ser persona. Alguien que tiene empatía está a un paso de ser persona y, entonces, eso hace que las atrocidades que se están cometiendo, la barbarie en nuestro país, se modifique. El teatro crea personas”.
Notificó que la Compañía Nacional de Teatro seguirá con los festejos de su 50 aniversario y que, entre sus próximos objetivos, está hacerse de un recinto propio.
Jalisco próxima sede
Tras la función, se realizó una ceremonia de clausura con la participación del IMCE, de la Secretaría de Cultura de Coahuila y de la organización de la Muestra Nacional de Teatro. Se develó una placa que se albergará en el TIM y, como último anuncio de la noche, se proyectó un video donde se notificó que la próxima edición de la muestra se efectuará en Jalisco del 9 al 10 de noviembre de 2023.
Lourdes Ariadna González Pérez, titular de la Secretaría de Cultura de Jalisco, fue invitada al escenario para recibir la estafeta. Luego, Arturo Beristáin hizo que los presentes tocaran la tarima con sus manos en señal de despedida.
