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Consultorio Deportivo: Artroscopía

JORGE GALVÁN

La artroscopía es un procedimiento diagnóstico y terapéutico que se realiza con un instrumento endoscópico (artroscopio)  del diámetro de un lápiz, que lleva en su interior una lente conectada a una cámara y un monitor (pantalla) por medio de un cable de fibra óptica que también facilita la iluminación para  observar la articulación,  por este medio se pueden realizar intervenciones de partes blandas (como meniscos), tendones, huesos y sinovias.

Esta intervención se emplea más frecuentemente en la articulación de la rodilla, bajo anestesia a elección de acuerdo a las condiciones del paciente (anestesia general o bloqueo regional y sedación), se considera una cirugía mínima invasiva, en la que se practican pequeñas incisiones por las que se introduce el artroscopio y los instrumentos necesarios para la intervención.

Esta cirugía facilita la visión de las estructuras anatómicas de la articulación, lo que permite confirmar o ampliar el diagnóstico clínico de la lesión, está indicada en lesiones de meniscos, ligamentos, daños en huesos (rótula y superficies articulares), así como en la inflamación, daño o alteraciones en el revestimiento articular.

La artroscopia ofrece grandes ventajas para el paciente, ya que, al no abrir por completo la articulación, la agresión es menor, con lo que la recuperación es mejor al presentarse menor dolor, inflamación y por lo tanto rigidez, lo que disminuye la posibilidad de complicaciones y el tiempo de hospitalización, considerándose como una cirugía ambulatoria.

Esta cirugía ofrece los mismos riesgos que para cualquier otra, como pueden ser reacciones a los medicamentos empleados, problemas respiratorios, hemorragias e infecciones, sin embargo el periodo de convalecencia se acorta, y dentro de las recomendaciones a considerar están el disminuir la actividad de la articulación por unas semanas, en ocasiones el uso de muletas para evitar carga de peso y presión en el caso de la rodilla y tobillo, o de inmovilizadores y cabestrillos en el caso de hombro, codo y mano, se pueden usar medios físicos como la crioterapia (aplicación de hielo) y analgésicos antiinflamatorios para el manejo de la inflamación y el dolor, un aspecto importante para mejores resultados es el apoyo con terapia rehabilitación y terapioa física ¡hasta la próxima!

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