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Después de los actos de violencia suscitados el pasado sábado 5 de marzo en el estadio Corregidora durante el partido entre Querétaro vs Atlas, la Liga MX tendrá una Asamblea Extraordinaria donde se reunirán los dueños y directivos de los equipos donde se podría tomar la decisión de desafiliar a los Gallos Blancos.
Por lo que el resto del torneo Clausura 2022 podría disputarse con 17 equipos. La desafiliación no sería una situación nueva para el futbol mexicano, pues a lo largo de su historia han existido algunos clubes que pasaron por este caso, ya sea por temas económicos o directivos, aunque nunca han sido por violencia.
Pero no sería la primera vez que en Querétaro pase esta situación. En 2004, el equipo albiazul y el Irapuato fueron desafiliados debido a que el dueño de ambos clubes, Tirso Martínez, tenía nexos con el narcotráfico, algo que no fue aceptado por la Federación Mexicana de Futbol.
Posteriormente, el equipo de los Jaguares de Chiapas tuvo problemas por adeudos con sus futbolistas, algo de lo que ya no pudieron negociar ni reponerse, así que fueron desafiliados y su plaza la ocupó, curiosamente, el Querétaro.
El último de los casos ocurrió en el 2019 con los Tiburones Rojos del Veracruz. El dueño del club, Fidel Kuri, no pagaba a sus futbolistas. Después de algunas reuniones con los directivos, se determinó la desafiliación del equipo jarocho.
