INFOGRAFÍA: JOSÉ DIAZ
De cara al cuarto informe de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, el panorama de la economía mexicana se llena de incertidumbre. Los principales indicadores muestran resultados con un nulo crecimiento y presiones inflacionarias que han obligado a las autoridades monetarias a incrementar la tasa de interés.
No obstante, el empleo muestra una recuperación y el peso resiste los embates de los mercados financieros, de acuerdo a un análisis de esta casa editora de los principales indicadores económicos y financieros de México en los últimos cuatro años.
El mandatario llega a su cuarto informe anual de Gobierno con un Producto Interno Bruto (PIB) menor del que había antes de llegar al poder y con disputas comerciales causadas por su política energética en el T-MEC, mientras que el aumento de precios golpea al mundo como consecuencia de diversos factores de talla internacional.
En 2019, el primer año completo del Gobierno de López Obrador, la economía del país se contrajo 0.2 por ciento. En el 2020, la economía mexicana presentó una contracción histórica de 8.2 por ciento y un repunte insuficiente de 4.8 por ciento durante 2021. El PIB de México avanzó un 0.9 por ciento de abril a junio en 2022 respecto al trimestre anterior y un dos por ciento interanual, acumulando un crecimiento de 1.9 por ciento en el primer semestre de 2022, según las cifras ajustadas por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Con estos avances se presenta una economía mexicana menor a como estaba a finales de 2018. El crecimiento de 2021 y 2022 aún forma parte de la recuperación del PIB tras las medidas restrictivas de la pandemia, mientras resiente la guerra entre Ucrania y Rusia, que ha presionado la inflación y la disrupción de las cadenas de valor, principalmente en el sector agroalimentario.
En lo que va del sexenio denominado Cuarta Transformación (4T), el INPC ha experimentado varios periodos de subidas y bajadas, ya que a inicios de su mandato la inflación se ubicaba bajo el umbral del cinco por ciento, donde este indicador se llegó a ubicar en 2.83 por ciento, en 2019 cuando iniciaba la pandemia y el precio de los combustibles en México se abarataba. La inflación en el país ha estado registrando incrementos constantes durante los últimos 12 meses por consecuencia de las presiones en los precios que provoca la contienda entre Rusia y Ucrania, los rebrotes de COVID-19 alrededor del mundo que obligan a los productores petroleros a reducir su oferta y que con ello encarecen el precio de las gasolinas, dejando un panorama lleno de incertidumbre financiera respecto a la situación mundial. "Actualmente se ha incrementado a 8.15 por ciento pese a las medidas implementadas por el Gobierno de Obrador como el Paquete Contra la Inflación y la Carestía y el subsidio a las gasolinas. El Banco de México ha buscado imponer una política monetaria más restrictiva al subir la tasa de interés hasta el 8.50 por ciento en su última reunión de agosto.
