Llegó la nochebuena y con ella tantos recuerdos, la reunión con los amigos entrañables de toda una vida con los que inició y terminó la reunión con el tema del factor común, los toros, ese motivo de amistad y unión que ha generado un cariño fraterno.
El recuerdo de tantos taurinos idos y de los que queda la huella en nuestro corazón, en lo personal por mi abuelo Darío, mi hermana Patricia, mis tíos José Luis y Juan José.
Es la más bella de las noches y les deseo que en ella esperemos con júbilo la llegada de nuestro señor y que junto a los suyos pasen una muy feliz Navidad.
La actividad taurina sigue y el lagunero Arturo Gilio continúa en actividad tentando en diferentes ganaderías, el miércoles pasado estuvo en la ganadería duranguense del siempre generoso ganadero Panchito Orrante, acompañado de el novillero español Antolín Jiménez, también en la ganadería de Villa Carmela y se prepara para cerrar el año en la plaza Oriente de San Miguel de Allende, Guanajuato alternando con el rejoneador Diego Ventura y Francisco Martínez, hay muy buenos planes a futuro con su inclusión en carteles con muy buenos alternantes ¡suerte!
La anécdota
Más que anécdota el recuerdo, la familia Orrante nos ha distinguido, hablo en plural ya que incluyo a mis queridos amigos Rafa Cortés y José Luis Orozco, con su valiosa amistad y muestras de afecto, en nuestras múltiples visitas al querido predio que ocupa en el municipio de Nuevo Ideal, el magistrado don Francisco Orrante q.e.p.d. padre de nuestro amigo nos esperaba siempre afectuoso echando la casa por la ventana como lo hace Panchito, esos recuerdos son invaluables y se quedan en el corazón. Las efemérides
El día de hoy haré referencia a una sola fecha para la historia, esto en honor al poeta del toreo Alfonso Ramírez "Calesero". Fue un día como hoy de 1939 que el hidrocálido tomó la alternativa en el Toreo de la Condesa de manos del maestro Lorenzo Garza y llevando como testigo a David Liceaga con el toro "Perdiguero" de San Mateo, el hecho de solo referirme a esta fecha es por el recuerdo imborrable del maestro en un festival de recuerdo organizado a inicio de los años 70 por la casa Domecq, en la entonces Plaza de Toros Torreón con motivo de la feria del algodón y de la uva, el maestro bordó el toreo con el capote a unos años de haberse retirado, poniendo de pie a los tendidos con sus lances a la Verónica que parecieron eternos rematados con la "Caleserina" de su creación, aquello fue la locura y de ahí este recuerdo a su memoria y mi admiración. ¡Les deseo una muy feliz Navidad! ¡Hasta la próxima!
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