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La sociedad

JOSÉ LUIS HERRERA ARCE

El hombre nunca ha estado sólo; perdón Hobbes. Siempre ha necesitado de otro para sobrevivir: de la madre, de la familia, del clan. Como el resto de los animales, pertenece a un grupo, su manada; y por lo general, ese grupo está dirigido por alguien quien le imprime una finalidad.

A lo largo del tiempo, los hombres han experimentado muchos tipos de organizaciones sociales; con o sin contrato, desde la imposición de un solo hombre, un grupo de hombres, una casta, o sistemas democráticos. Ninguno de ellos es perfecto, aunque algunos se sienten más a gusto en sistemas que le prometen la libertad. (esta palabrita está muy amañada y habría que hablar mucho de su significado.)

Los sistemas de gobierno si sitúan arriba de los hombres comunes y corrientes. Siempre ha habido un mito o una ideología que haga aceptar a los gobernados, su gobierno. El poder político puede venir de la fuerza que se impone, de Dios que se lo concede a ciertas familias monárquicas, o a los líderes de la iglesia, o de los propios hombres que eligen a alguien para que los dirija, según ciertos parámetros. El poder puede compartirse en varios organizmos como el legislativo y el judicial. Son la voz de los diferentes grupos que conforman una sociedad. También en los sistemas monárquicos este tipo de poderes existen, por ejemplo, Inglaterra que desde los tiempos de Juan sin Tierra los nobles se le impusieron y tuvo que aceptar una constitución.

Del poder se derivan las leyes; las normas de convivencia entre los ciudadanos. Regulan hasta dónde puede llegar la libertad de los hombres; es aquí donde comienzan los asegunes de la palabrita libertad.

Se supone que una sociedad busca el bien común y castigará a todos aquellos que vayan en contra de él. El problema es definir en que consiste el bien común y otro concepto más, la justicia.

¿Qué es lo justo? Cada quien define eso según su propia circunstancia o ideología. Lo mismo para todos, según cierto socialismo; cada quién según sus propios esfuerzos y circunstancias, de acuerdo a otros ciertos liberalismos. Libertad y justicia quedan en el aire.

En el artículo pasado hablé del drama que supone la contraposición de fuerzas y en este caso es la del individuo en contra del estado. De alguna manera se resuelve: o se pacta, o se impone el estado o se imponen los individuos; el último de los casos se llama revolución. Como el movimiento es circular, el conflicto vuelve a iniciarse.

La utopía es pensar que existe un estado perfecto; el paraíso social. Desde los griegos se inventaron, las más famosas fueron las del renacimiento y las que más han afectado a las sociedades actuales son las del siglo XIX, el liberalismo y el socialismo. También existen las utopías religiosas, como la católica, las cristianas o las musulmanas; estados regidos por los líderes religiosos. Algunos hombres están dispuestos a morir por ellas y de eso está llena la historia.

Ya que hablamos de utopías religiosas, tenemos que referirnos a los pueblos elegidos por Dios, como el judío. Hay un sentido de ser que trasciende la vida, como el cristiano, el musulmán o el de cualquier otra religión, incluyendo la de nuestros ancestros indígenas. Cuando una sociedad tiene un sentido de ser tiende a lograr un objetivo, cuando ese sentido de ser desaparece el pueblo se destruye; eso le pasó a los aztecas.

Cuando el hombre se entrega o lo hacen entregarse a un sentido de ser social, se pueden lograr muchas cosas. Las grandes civilizaciones así fueron construidas; pero esas mismas civilizaciones desaparecieron al corromperse, o cuando sociedades más fuertes les demostraron su equivocación. Roma se corrompió, Grecia jamás se unificó en un estado fuerte con un líder y una ideología, Egipto fue conquistado por Alejandro y luego por los Romanos y los aztecas sucumbieron ante los españoles.

La sociedad es un organismo en movimiento. Para que así siga tiene que permitir que sus fuerzas internas se expresen, sexto constitucional, cuando esto no pasa, el movimiento se detiene, la edad media, se impone un punto de vista que produce el atraso y el malestar social. Estas son las dictaduras.

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