De Moctezuma a Cuauhtémoc
Moctezuma gobierna del año 1503 al 1520. Es quien va a enfrentar la llegada de los españoles. Pero antes que eso, se convierte en la apoteosis de lo que pudiera ser un gobernador que se convierte en un semidiós para los suyos. Voy a hacer una cita del libro: Moctezuma, del autor: José Miguel Carrillo de albornoz.
"Ya que la plebe molestaba a su regia persona, no queriendo que estuviera cerca de él, dio órdenes estrictas para que no pudiera acceder a la presencia real. Pero al cabo de un tiempo dio un paso más cuando decretó que se castigaría con la pena de muerte el que sus súbditos osaran mirarle a la cara."
Al acercársele debían pronunciar las famosas palabras, haciendo reverencias: "Señor, mi señor, gran señor."
Continuo con la cita: "Eso lo colocaba por encima del resto de los hombres y mujeres del reino, prácticamente en una soledad semidivina. Como también había decidido que en adelante tampoco pisaría el suelo basto, el palacio y los lugares por donde él pasaba. Estaban siempre alfombrados con ricos tapices de flores, o de esteras bordadas o de finos paños, pero sus pies, calzados ricamente, nunca deberían volver a pisar la tierra."
Ya se podrán imaginar qué tipo de gobernante era. Eso no lo salvó de obsesionarse con una serie de presagios que le indicaban que el final del imperio estaba cerca: la aparición en el cielo de una llama de fuego, un pájaro con una especie de espejo en la cabeza, una de las tantas versiones de la llorona, una piedra que vuelve a su lugar de origen después de caer en un río cuando la transportaban, y otros más de sobra conocidos. El que más pesaba en su conciencia era la relacionada con el regreso de Quetzalcóatl que proyectó con la llegada de los españoles. Tanto se atemorizó que se fue a esconder a una cueva y las mujeres tuvieron que ir a rescatarlo.
El gran rey quiso saber de inmediato si aquellos seres eran hombres o Dioses y los ponía a prueba; les mandaba comida para dioses y ellos les respondían pidiéndole oro; y por eso mismo despertó su codicia y entre más se negaba a recibirlos ellos más insistían.
El resto es narrar la conquista que ya otras veces he hecho. El grave problema de los aztecas era que los pueblos vasallos aprovecharon la situación para quitarse un yugo de encima sin percatarse de entrar en otro. Todas las trampas que les puso en el camino fueron superadas por los conquistadores hasta que se apoderaron de él y lo encadenaron; al final, su propio pueblo lo aborreció, tirándole pedradas cuando apareció para calmarlos a petición de Cortés. De su muerte se discute mucho si fueron las pedradas o Cortés quien le quito la vida. Este hecho provocó la huida de los conquistadores para reorganizarse en Tlaxcala.
El siguiente gobernante lo fue sólo ochenta días: Cuitláhuac. Murió de las viruelas. El que se considera el último fue Cuauhtémoc, quien se enfrentó a los españoles y ni se quiso rendir ni pedir la paz, no obstante, a su alrededor se destruía la gran capital y morían sus seguidores. Al final, salió huyendo de su refugio en Tlatelolco para ser apresado por uno de los bergantines y llevado a Cortés. De aquí la famosa frase de toma ese cuchillo y mátame. Lo llevaron a Coyoacán donde a insistencia de los españoles, le quemaron los pies para que confesara donde tenían escondido el oro que ellos mismos habían perdido en la huida. Posteriormente, Cortés cometió el más grande error de su vida, ir a las Hibueras, donde llevó con él a Cuauhtémoc. Al perderse en la selva y estar rodeado de rumores de ataques, colgó al Tlatoani. Aquí termino el imperio Azteca.
La pregunta es: ¿Cuál es la diferencia entre éste, y los imperios europeos?
Mi respuesta: Ninguna. Sólo la tecnología. Mejores armas.
Tan cruel era uno como el otro. A cada quien lo movían sus convicciones ideológicas y religiosas, la verdadera fe de cada uno, y con ello respaldaron sus actos. Ninguno jugó algo desconocido.
Bajaron a Colón de su pedestal; ¿A quién van a poner en su lugar? A una mujer idealizada, puesto que es la moda. Podemos proponer a la reina roja, de palenque, que no se sabe mucho de ella como tampoco de la mujer a la que enfrentó 8 conejo en la mixteca.
¿Qué sabemos de nuestros ancestros indígenas?