La reforma fue uno de los resultados de la constante inestabilidad que hubo en el país, después de la independencia; el otro fue el segundo imperio.
Una vez que Comonfort renunció a la presidencia, Juárez tomó su lugar y no la dejó hasta su muerte. Fue la figura que unificó la acción de los liberales y que dio como resultado la Constitución de 1957 y las leyes de reforma que tu vieron como objetivo quitar de las manos muertas las tierras improductivas, para privatizarlas y hacerlas producir; por el otro fomentar el individualismo, optando por desaparecer las tierras comunales para que cada individuo las pudiera obtener a título personal.
Otro de los implementos fue que el estado controlara la vid de los ciudadanos por medio del registro civil donde tenía que acudirse a obtener el acta de nacimiento y se podían casar y obtener actas de defunción, actos que anteriormente realizaba la iglesia. Era la separación de los dos poderes, el civil y el religioso.
Estos hechos, por supuesto no gustaban a la iglesia que poseía casi el 75% de los bienes, muchos de los cuales eran improductivos o servían para mantener a los conventos sin que eso se reflejara en un bien social.
Tampoco digamos que la acción de la reforma, como posteriormente el reparto agrario resultado de la revolución mexicana, sirvieron de mucho para resolver el problema del hambre y la producción de alimentos. Las tierras pasaron a ser de los grandes terratenientes, que se aprovecharon de la poca preparación de los campesinos y se quedaron con sus tierras a bajos precios; o se fueron en contra de las tierras comunales, apoyados por la ley, para hacer sus inmensos emporios. Pero en eso tiempo era el paso que se necesitaba dar para modernizar al país.
La reforma fue el semillero de grandes hombres en diferentes campos. Pensadores como Altamirano, poetas como Guillermo Prieto que al mismo tiempo participaron en la defensa del país y actos de gobierno, generales como Mariano Escobedo, Leandro Valle, Santos Degollado. Ideólog
os como Melchor Ocampo. En medio, la figura de Juárez que anda por el norte de la república intentando que no lo atrapen los conservadores, aquellos conservadores del siglo XIX que luchaban contra los liberales que se volvieron conservadores en el siglo XX, según nuestro presidente.
Vuelvo a insistir, los liberales luchaban por la libertad, productos de los ideales de la revolución francesa y de las ideas económicas que andaban en boga como las de Stuart Mills y su ensayo sobre la libertad. Los últimos vestigios coloniales intentaron ser eliminados a través de las leyes de reforma, la ley Lerdo (De Tejada) y la constitución del 57.
Del otro lado, los conservadores se dieron de cabezazos por haber traído a Maximiliano quien resultó ser liberal y que, en lugar de proclamar leyes a favor de ellos, también las promulgó según los parámetros Juaristas y en ciertos campos, como el laboral, mucho más cercanos a las épocas modernas como la jornada de 8 horas y la prohibición del trabajo de los niños.
Los franceses y los conservadores abandonaron a Maximiliano quien fue fusilado en Querétaro. Juárez pudo volver a la ciudad de México a intentar de imponerla paz en un país desgarrado por la guerra.
El total de sus re elecciones fueron 7; en las últimas, ya le protestaban Guillermo Prieto y otros, se murió a tiempo para ser convertido en icono nacional; cosa que no le paso a don Porfirio Díaz.
Este personaje también era de Oaxaca t también tenía sangre indígena. Para mi gusto personal tiene dos facetas, la de héroe, combatió en contra de los franceses, tomó la ciudad de México a donde entró Juárez sin problema alguno, sin tomar en cuenta a Díaz con el que nunca se llevó bien.
La personalidad de don Benito ha de haber sido muy fuerte para soportar lo que soportó y controlar a los personajes que lo rodeaban. Una vez muerto, Lerdo no tuvo su personalidad y sucumbió ante el plan de la noria de Porfirio, que aún no era Don.
Hago recomendaciones; biografías de Juárez hay muchas. La trilogía de Patria de Taibo está bien documentada. Leer a Guillermo Prieto, su poesía vernácula, nos hace sentir un poco el alma popular de aquella época, Altamirano y Payno, aunque hay tenido ciertas tendencias conservadores, son esenciales, Vicente Riva Palacio, no se diga, el nigromante, Salado Álvarez.
Recomiendo un programa de Radio sobre historia a las 10 de la mañana, los sábados por 91.1. La temática de los últimos ha sido el siglo XIX.
