¿En dónde se encuentra el país ideal? Ahora que América Latina está optando por gobiernos de izquierda, podría decirse que su paradigma es Cuba. Después de70 años de socialismo ya debería demostrarse al mundo como la gran panacea social. Lástima que lo que hemos podido conocer, a través de los medios, de la isla, no sea nada atrayente, a menos que te gusten los autos viejos y los edificios antiguos.
Mas el mundo feliz no se forja con nuevas construcciones o un sistema de transporte con autobuses eficientes o con el metro. Podría presumir sus mercados donde la gente pueda satisfacer su necesidad de alimentarse; claro, que superen a nuestras Sorianas, o a la alianza o a abastos. Que ya se hayan eliminado las cartas de racionamiento. Pero no solo de comer vive el hombre. A lo mejor son inmejorables sus sistemas de salud que por eso hasta los doctores les sobran.
También nos sobran en México, a pesar de los que contrata AR o las farmacias que dan ese servicio por precios módicos como una manera de promocionar sus medicamentos. Si Cuba no les gusta como prototipo, existen otros que nos pueden dar una idea de a dónde nos quieren llevar los gobiernos de izquierda; por ejemplo: Corea del Norte. Los tres últimos presidentes son de la misma familia. En la realidad se ha convertido en monarquía. Su máxima proeza es contar con la bomba atómica, para defenderse del horroroso mundo capitalista, como lo hace Putin contra Ucrania.
Tampoco del otro lado, encuentro, así como un país ideal. No entiendo porque todos quieren ir a los Estados Unidos, donde cualquier loco con un rifle se pone a matar gentes en las grandes manifestaciones del cuatro de julio. Han tenido que soportar políticos como José McCarthy que perseguía comunistas hasta por debajo de las piedras, o a Trump que poco le importan las leyes de un país que se proclama defensor de la libertad y que mete sus narices en todas partes y que aprovechó las dos guerras mundiales para llegar al último y sacar los mejores partidos en las reparticiones de las ganancias; sobre todo, con su industria bélica.
Y después le siguió en la guerra de Vietnam donde fue vergonzosamente derrotado y en Asia donde tampoco le ha ido nada bien.
¿Dónde está el país ideal? Es tanto como preguntar en dónde queda el paraíso terrenal, o el celestial, o el castillo de la bella durmiente del bosque. No queda en ninguna parte; está en donde lo construyas. Lo mismo que el infierno, o el país donde no existe ninguna solución a los problemas humanos; Por ejemplo, Haití donde los problemas políticos y los huracanes no lo dejan en paz; o lo que en el Congo Belga del siglo XIX.
Quien construye los países son los ciudadanos; los que se pueden oponer a los malos gobernantes, o mantenerse sumisos ante los dictadores, buenos o malos. ¿Quién a sido un dictador bueno? En su casa lo conocen. Para ser ciudadano hay que tener un mínimo de criterio, ser crítico, no dejarse engañar con el cuento del príncipe feliz. Si el Marxismo dice que para la salvación del mundo hay que eliminar al dueño del capital y confiar en la clase proletaria que podrá construir el comunismo hasta llegar a la sociedad sin clase y sin gobierno; mi primera duda es definir quién es el proletario, y porque sus características lo facultan para construir la sociedad perfecta.
El proletariado con lo único que cuenta es con su trabajo que el cochino capitalista usa como mercancía para transformar la materia prima en un producto que se convierte en mercancía. Al proletariado se le explota, según ellos; sobre todo a partir de la revolución industrial.
Esta teoría de la lucha de clases entre capitalistas y proletarios es por lo demás falsa. La Historia se puede interpretar de muchas maneras: Hegel y Marx no son las únicas. Muchas de ellas pueden llegar a conclusiones absurdas. Para que aferrarse a llegar a ninguna parte o a la tierra del nunca jamás. Sociedad sin clase y sin gobierno no existe. La que sí, es esta injusta que se hace y deshace todos los días; pero hay una posibilidad de hacerla y deshacerla mientras que exista la democracia y se pueda influir en el cambio. Malo cuando llegas a un sistema donde eliminas las opciones para cambiar. En Cuba sólo existe una sopa y en Corea del Norte también.
Para que exista la democracia tiene que existir la ciudadanía. No el pueblo que se deja manejar por merolicos sofistas demagogos. Niños ricos, educados en las universidades de la burguesía que explotan las necesidades de los pobres para obtener poder y riquezas. Para hacer el bien en la ciudad no hace falta ni el poder ni la riqueza; sólo se requiere la voluntad. Eso me lo enseñó mi padre.